Entre la solución y el drama
En las tiernas manos de Alejandro reposa buena parte del futuro de Sergio Lobera como entrenador de la Unión Deportiva. El imberbe portero del filial, tras la deshonrosa expulsión de Barbosa, será el portero titular de Las Palmas en la visita al Castilla de Jesé. Mal escenario para jugarse la vida.
Desde que el Almería profanara el Gran Canaria se han replicado incesantes mensajes que comprometen el futuro de Lobera si el filial del Real Madrid ahonda en la desgracia del representativo. Solo una victoria, y ya muy lejana (el viernes se cumplirán dos meses de ella) es todo el argumento con el que el aragonés puede defender su inocencia ante el severo tribunal que representa una comisión deportiva sediciosa, que estará al completo en el palco de Valdebebas.
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Ramírez, presidente, actúa como benefactor del técnico y defiende en público que nada alterará, independientemente de lo que ocurra en Valdebebas, su liderazgo sobre el grupo. No todos pueden afirmar lo mismo.
El Castilla, tanto por lo pragmático como por lo estético, no parece el rival más oportuno para una Unión Deportiva en puestos de reencuentro con la Segunda B y con la mitad de puntos que su rival de hoy (solo seis) en su estadillo clasificatorio.
Jesé es su hombre fuerte. El futbolista grancanario, en teoría duda por contratiempos físicos, es el referente absoluto del equipo de José Alberto Toril. Rápido y hábil, junto al ex del Lanzarote Aníbal Zurdo, domina el escalafón de goleadores de plata.
Todo lo que representa Jesé de amenaza confronta con las debilidades más visibles de Las Palmas, endeble hasta decir basta en su estrategia defensiva. Por otro lado, el único elemento en el que emparenta con el Real Madrid Castilla; ambos, con 17 tantos recibidos, solo tienen al Guadalajara empeorando sus registros defensivos.
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Y en esta fiesta se ha colado Alejandro. Protagonista absoluto de la semana, casi desde el mismo segundo en el que Barbosa era expulsado ante el Almería. El joven arquero será una novedad destacada. En sus manos está la responsabilidad de frenar al Castilla. Y de paso poner algo de orden en una Unión Deportiva sumida en el caos.
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