"En españa no tenemos opinión"

Cada día decenas de inmigrantes en situación irregular se echan a la calle para ganarse la vida. No molestan a nadie, sólo quieren progresar y llevarse un pan a la boca. Con el dolor de dejar a sus familias atrás llegaron un día a España con la ilusión de mejorar su futuro. No tienen derechos en sus países de origen y ahora les han arrebatado los pocos que tenían aquí.

Así se siente Lanin, de 24 años, y residente en Gran Canaria. Este joven nació en Gambia y en 2009 decidió abandonar su país porque pensaba que en España encontraría trabajo y un porvenir. Lanin envía el poco dinero que gana a su familia, la cual vive humildemente en África. Se trata de uno de los afectados del mecanismo de pago sanitario que a principios de agosto anunciaba el Ejecutivo. «En España nuestra opinión no cuenta, no tenemos derecho a hablar», sostiene.

A partir del próximo 1 de septiembre los sin papeles tendrán que acatar una de las medidas más polémicas del Gobierno dentro de su política de recortes. Aquellos que no dispongan de residencia legal en España tendrán que contratar una especie de seguro médico con un coste aproximado de 700 euros al año por persona.

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