En busca de la identidad perdida
Olvidada la Eurocopa, esa que tuvo a dos puntos de su final, el Herbalife Gran Canaria espera recuperar hoy (11.30 horas) su mejor versión, aquella que perdió en la segunda parte hace una semana con el Valencia Basket, para volver a sonreír en Zaragoza.
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Allí, en el Príncipe Felipe, le aguarda un CAI muy fiero en su guarida, donde ha sumado siete de sus nueve victorias (las últimas tres consecutivas), y además muy necesitado de triunfos para escapar de la zona de descenso (ocupa actualmente la 14ª posición en la tabla, con solo dos victorias de ventaja con el penúltimo).
Todo eso y más es lo que le espera al Herbalife hoy, un grupo claretiano ya centrado en cuerpo y alma en la ACB, en conseguir un Playoff que muy cerca pero no aún de manera matemática. Un Granca que, tras la incorporación definitiva de Kyle Kuric, se permite el lujo de contar con 13 jugadores, lo que obliga a Aíto García Reneses, entrenador de los claretianos, a dejar a uno de ellos sin vestir, una decisión que dependerá, según sus propias palabras, de los merecimientos individuales durante la semana.
Necesitará el Herbalife su mejor versión para salir con una sonrisa de Zaragoza. O lo que es lo mismo, todo lo contrario de lo que mostró durante la segunda parte ante el Valencia. Veinte minutos para olvidar pero que no desmerece la excelente trayectoria que le ha llevado, y le lleva, a ocupar la plaza justo por debajo de los cuatro cabezas de serie, una quinta posición ganada a pulso y que le permite, incluso, soñar con la cuarta.
Pero no lo tendrá fácil en Zaragoza ante un CAI que le exigió una prórroga en el Arena (91-79) y que ahora, con necesidad extrema de sumar en su guarida para alejarse de la quema, promete dura batalla al amparo, además, de una plantilla donde no estará hoy por lesión Joan Sastre, pero con calidad de sobra para tenerlo muy en cuenta.
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Una rotación donde está Tomás Bellas, el madrileño con pasado brillante claretiano, y con muchas virtudes en su juego, hoy aumentadas por el factor emocional que supone recibir a su exequipo.
Pero historias particulares a un lado, la cita enfrenta a dos equipos que luchan por objetivos muy dispares, pero que coinciden en presumir de plantillas largas y de calidad que prometen espectáculo del bueno y, sobre todo, mucha igualdad. Necesidad contra ambición. Lo que viene a ser una batalla muy abierta en el Príncipe Felipe.
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