'El Trota', ocho combates, tres títulos mundiales
Al Mundial de la Federación Internacional de Lucha acuden los mejores de cada continente. El grancanario Juan Espino, como campeón de Europa, luchó y consiguió los tres títulos de campeón, en más de 100 kilos, a los que optaba en London (Canadá). Perder la final del pasado año en grappling le sirvió como motivación extra.
Lunes, 20 de julio 2020, 07:24
Puntal en la lucha canaria con el Almogarén, Juan Espino Dieppa (Las Palmas de Gran Canaria, 1980), conocido como El Trota, aclara para los no iniciados las modalidades en las que se proclamó campeón del mundo. En el grappling, explica, se puede hacer cualquier tipo de lucha y llaves pero sin golpes mientras que el jiu jitsu brasileño es similar pero se hace con quimono, «lo que dificulta los movimientos». La tercera es la conocida como artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés), en la que vale casi todo.
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En MMA le bastaron dos combates, tres en jiu jitsu y otros tres en grappling para conseguir los tres títulos mundiales en juego en su categoría. Espino aclara que a estos campeonatos, «no va cualquiera, no se trata de hacer 80 combates sino competir con los mejores del mundo, de ahí que las plazas sean limitadas».
Espino se ganó su plaza por derecho propio al ser el campeón de Europa. No es un novato en estas modalidades de lucha. «De hecho», explica, «las practico desde siempre, combinadas con la lucha canaria».
La modalidad autóctona «ayuda», explica, pero «no es determinante» y lo razona con un hecho incuestionable: «¿Por qué no hay otros luchadores canarios en estas competiciones?».
En su caso, sostiene El Trota, la lucha canaria le permite «competir todas las semanas y, además, en finales, y esa es para mí una de las claves. Siempre llego con un ritmo superior de competiciones y eso ayuda».
«No empecé ayer con esto», reitera Espino, «llevo ya 13 años con estas modalidades y ojalá que haya más canarios que puedan competir conmigo en estos Campeonatos del Mundo, me encantaría, pero no basta solo con lo nuestro. Se requiere más fuerza, explosividad, velocidad y unos conocimientos distintos, algo de suerte. Mucho de todo».
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Juan Espino, que en los últimos 10 días ha realizado hasta 14 viajes de larga duración, reconoce que en esta edición acudió más motivado al Mundial después de perder el título de grappling en Polonia, donde solo ganó el de jiu jitsu brasileño. «Perder ese título me hizo prepararme mejor y aquí están los resultados», señala, antes de recordar que no para. Lucha senegalesa, la final de El Corte Inglés con el Almogarén o acudir como profesor a seminarios en el extranjero son sus retos inmediatos.
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