El sexo de la poesía
Visor Libros ocupa el número 49 del ránking editorial elaborado por el CSIC. Pero si solo tenemos en cuenta su catálogo de poesía, se tiene a Visor como una de las editoras más importantes en español. Quizás por eso, por su peso en el sector literario, el hecho de que Jesús García Sánchez (Madrid, 1945), más conocido como Chus Visor, desdeñe la labor de las escritoras españolas ha desencadenado fuertes críticas en el mundo literario.
«La poesía femenina en España no está a la altura de la otra, de la masculina, digamos, aunque tampoco es cosa de diferenciar. Desde luego, si vas a coger a las poetas desde el 98 para acá, es decir, todo el siglo XX, no ves ninguna gran poeta, ninguna, comparable a lo que suponen en la novela Ana María Matute o Martín Gaite. No hay una poeta importante ni en el 98, ni en el 27, ni en los 50, ni hoy. Hay muchas que están bien, como Elena Medel, pero no se la puede considerar, por una Medel hay cinco hombres equivalentes», aseguró en una entrevista para, del diario El Mundo, el pasado 25 de junio. ¿Es solo una boutade de alguien que quiere llamar la atención o, verdaderamente, eso es lo que piensa un señor que ha estado durante los últimos 30 años formando parte de los jurados de los premios de poesía más importantes del país? Esa es la pregunta que muchos y muchas poetas se hicieron tras enterarse de lo que había dicho, en la mayoría de los casos, su propio editor. Y las iniciativas en contra no se han hecho esperar. Elena Medel, la «salvada» por Chus Visor, decidió abrir un blog en el que recogerá durante 100 días 100 poemas de 100 autoras del siglo XX (http://ciendecien.tumblr.com) La respuesta de la Asociación de mujeres poetas Genialogías ha sido resaltar que el criterio de este editor «merma la igualdad de oportunidades para las mujeres poetas en la consecución de premios sustentados por fondos públicos y consecuentes publicaciones», por lo que inició una petición en Change.org bajo el título Justicia poética ya, para pedir a las instituciones públicas que invalidaran a Chus Visor como «miembro de cualquier jurado de premios de esta índole». Una actitud que, para algunos, resulta «inquisitorial» o, al menos, demasiado provocadora para una opinión desafortunada, pero lícita. ¿Se debe ser tolerante con este tipo de expresiones? ¿Es una prueba más de que las mujeres siguen teniéndolo más difícil, que siempre tienen que demostrar un algo más? «Estamos tan socialmente sensibles por tantas cosas en estos tiempos revueltos que cualquier declaración puede parecer una salida del tiesto. Por la misma razón también parece que estamos de uñas y pedimos justicia con inclemente espíritu. Teniendo esto en cuenta, la reacción a las palabras de Chus Visor y la petición de erradicarlo de los jurados de poesía podría parecer exagerada. Sin embargo, creo que sus declaraciones son hijas del patriarcado y escenifican de nuevo la carrera de obstáculos que supone para las mujeres arribar en igualdad de condiciones a cualquier ámbito de la vida pública», asegura la profesora de la ULPGC y poeta Alicia Llarena, Eduvigis Hernández, escritora y poeta, considera que las palabras de Chus Visor son «un síntoma más» de un problema que se arrastra de siempre, aunque parezca «inconcebible». En otros casos, como el de la poeta Cecilia Domínguez, se plantean si verdaderamente Visor lo que ha querido hacer es «llamar la atención», porque tomadas en serio, explica la autora, uno podría pensar que «las cosas van cambiando, pero todavía hay mucho camino por recorrer». Blanca Hernández es la autora de Lunas de la voz ausente: Antología de escritoras canarias de la primera mitad del siglo XX (Plenilunio, 2003). En su opinión, «la invisibilidad de la mujer en el mundo de la cultura sigue siendo evidente, y estas declaraciones son una muestra de ello. El canon literario no las ha tenido en cuenta, incluso en las ocasiones en que la calidad de las escritoras era indiscutible. En los libros de texto no aparece la poeta canaria Josefina de la Torre como integrante de la Generación del 27, y eso que Gerardo Diego la incluyó en su antología de los mejores poetas del momento». Hernández cita a varias autoras, entre ellas Pino Ojeda, Pilar Lojendio o Tina Suárez, y lamenta que «en general, la mayoría de ellas ni siquiera ha sido investigada, ni leída, ni conocida. Supongo que es consecuencia directa de la marginación social a la que ha sido sometida y, en algunos ámbitos, continúa sometida la mujer española en la actualidad». Pedro Flores y Federico Silva, ambos poetas, coinciden en resaltar la paradoja de que Visor critica la calidad de la obra de las mujeres en la poesía cuando en la actualidad, afirman, hay «más mujeres que hombres escribiendo poesía». «La mejor poesía en español se está haciendo en Hispanoamérica y se hace fundamentalmente por mujeres y en el caso español, descontando la literatura canaria porque todo lo que no sea literatura metropolitana a este señor no le interesa, la mejor poesía la están haciendo mujeres. No porque tengan una sensibilidad especial sino por la realidad de las mujeres, que han sido y son un sector oprimido de la sociedad y solo los oprimidos sienten la necesidad de proclamar de forma auténtica la situación que viven y padecen mientras que los hombre hablan, en general, de cosas más metafísicas», asegura Silva. Lo llamativo es que el fondo de Visor en poesía incluye a numerosas mujeres. Por eso, dice la poeta Elsa López, quizás sean floreros. «Muchas de las que han alzado la voz están editadas por él. Pero pensamos que se ha equivocado. Querido Chus te has equivocado, y creo que eso te ha salido del fondo del inconsciente», añadió la escritora.
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