El Senado intenta eludir la decisión acerca de Zerolo

El Senado no quiere asumir la responsabilidad de decidir si Miguel Zerolo puede continuar o no en su escaño, tras haber sido inhabilitado por el Tribunal Supremo. Así que la Cámara Alta se propone dejar pasar el tiempo hasta que a final de año se haga efectiva la renuncia que ha presentado el propio senador canario.

Solo queda un mes para que Miguel Zerolo deje de ser senador a petición propia -el 3 de noviembre presentó su baja como parlamentario con efecto a partir del 31 de diciembre- y la Cámara Alta no quiere complicarse teniendo que decidir si lo echa antes.

En principio, la Mesa del Senado tendría que ver en las próximas semanas la petición de reprobación contra el senador de CC que han presentado los senadores de IU Jesús Enrique Iglesias y José Manuel Mariscal, pero en la práctica se propone dilatar la decisión hasta que Zerolo se vaya.

El trasfondo de las reticencias del Senado tiene carácter jurídico. Tras la sentencia del Supremo, el órgano de dirección de la Cámara concluyó que el senador canario podría continuar en su escaño por entender que la condena de inhabilitación solo afecta a cargo municipal electo. Pero el escrito de IU, que mantiene que con el reglamento en la mano Zerolo no puede seguir siendo senador, reabrió la cuestión de su continuidad.

Aclaración. Ante las dudas, el 4 de noviembre la Mesa aprobó pedir aclaración al Supremo sobre el alcance de la pena, aunque hasta el momento el alto tribunal no tiene constancia de que se le haya cursado petición alguna. En todo caso, la respuesta según fuentes del TS no iría más allá de ratificar el sentido de la sentencia, pero no indicaría al Senado qué tiene que hacer.

Oficialmente la Cámara mantiene que espera el informe -no vinculante- de sus servicios jurídicos para tomar una decisión, pero éstos no acaban de ver clara la interpretación de la condena. Si el Senado decidiera desposeerle del acta antes de que acabe el año, Zerolo podría acudir al Constitucional y un eventual pronunciamiento a su favor cuando ya haya sido designado el nuevo senador por la Comunidad Autónoma abriría una situación inédita de complicada solución. Si por el contrario la Cámara ratificase su continuidad, daría lugar a una polémica que prefiere evitar.

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