El esqueleto de animales marinos tiene origen bacteriano, según el CSIC
EFE
Viernes, 17 de julio 2020, 09:11
Un estudio de investigadores del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB), perteneciente al CSIC, revela que el esqueleto calcáreo de muchos invertebrados marinos podría ser el resultado de una asociación simbiótica con bacterias.
Publicidad
Este trabajo, que se publica en la revista especializada Evolution, ha sido liderado por la profesora de investigación del CSIC Iosune Uriz, ha informado este viernes el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Según explican los investigadores del CSIC en este trabajo, las esponjas marinas, los animales pluricelulares más antiguos que existen, albergan un tipo de bacterias, bautizadas como calcibacterias, que producen microesferas de carbonato cálcico.
A diferencia de las bacterias más comunes, las calcibacterias no tienen pared bacteriana y se dividen en el interior de las células de diversas esponjas hasta que quedan atrapadas en una envoltura calcárea que ellas mismas fabrican.
Miles de estas bacterias calcificadas son transportadas por las células de la esponja a la superficie del animal, donde se acumulan formando un esqueleto externo rudimentario.
Hasta ahora no se habían encontrado bacterias que calcificaran en el interior de células animales, aunque sí algunos indicios, como la presencia en el genoma de algunas esponjas de genes implicados en la calcificación de origen bacteriano.
Publicidad
Los investigadores también han observado que las calcibacterias son transmitidas desde la esponja madre a la progenie durante la formación de los embriones, con lo que se asegura la continuidad de la simbiosis y de la producción del "proto-esqueleto" calcáreo a través de las distintas generaciones de las esponjas.
El hallazgo representa una nueva vía de investigación de los mecanismos que dieron lugar en el período pre-Cámbrico a las distintas formas animales que ahora conocemos, y es un ejemplo de cómo las interacciones entre seres vivos generan un alto grado de novedad biológica, indican los investigadores del CSIC.
Publicidad
Los autores han dedicado el trabajo a la memoria de la profesora Lynn Margulis, recientemente desaparecida, que participó activamente en la discusión de los resultados.
El estudio se ha realizado en el marco de un proyecto financiado por el Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad, y ha contado con la cofinanciación de la Generalitat de Cataluña.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión