El doctor Fuentes vuelve a pasar consulta

Muy nervioso no debe estar el doctor Eufemiano Fuentes con la Operación Galgo. Ayer, cuando casi nadie le esperaba en su lugar de trabajo, el consultorio de Schamann, apareció, tarde como casi siempre, y se reincorporó como si nada hubiera pasado. Hacía solo 15 horas que había llegado a Gran Canaria tras ser liberado e imputado por un delito contra la salud.

Sus clientes habituales, los que lo conocen del trato personal directo médico-paciente, lo habían augurado. «Si viene», decían, «lo hará como siempre, con 15 o 20 minutos de retraso». Como un reloj, retrasado. A las 14.20 horas de ayer aparecía por su despacho en el consultorio de Altavista. Llegó con su bata blanca y un maletín negro. Enseguida se dispuso a limpiar y ordenar su mesa de trabajo. Encendió el ordenador y comenzó con su tarea diaria, como si nada ocurriera. Atrás quedaban varias horas en un calabozo de Madrid, donde fue ingresado por su presunta participación en la Operación Galgo. Después de prestar declaración el domingo ante la juez, salió imputado por un delito contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes. Con él, otros cinco de los 14 detenidos por la supuesta trama de dopaje deportivo.

A Eufemiano Fuentes se le acumulaba ayer el trabajo por el que le pagan unos 2.000 euros al mes. A los pacientes habituales se le sumaron enseguida hasta cuatro casos de urgencias. Otro, el de una mujer equivocada -tenía cita para el lunes, pero el próximo, el día 20, pero lo desconocía- también se prestó a solucionarlo. «Busco un hueco y la atiendo, pero no sé cuándo», le dijo, amable. Ya estaba imbuido en su rutina laboral.

El vaticinio del clásico personaje del ambulatorio -meyba, cholas y cara de griposo- falló. «Con la que le está cayendo, me da que no va a venir más», dijo. Muchos no lo esperaban y hasta tenía nombrado sustituto, como se deslizó a primera hora de la mañana, con la portada de CANARIAS7 en la que se daba testimonio gráfico de su regreso como comidilla en los corrillos del ambulatorio.

De momento, Eufemiano guarda silencio público, aunque, según informaciones que han llegado a este periódico de su círculo íntimo, no descarta realizar una conferencia de prensa, con citación previa para todos los medios, para dar su versión de lo acontecido y defenderse de muchas acusaciones que estima falsas.

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