El club rechaza una conspiración arbitral

Viernes, 17 de julio 2020, 08:27

El mensaje institucional de Las Palmas desvincula el arbitraje contra el Córdoba con el contencioso que se mantiene en los despachos con el Guadalajara por alineación indebida. El club desautoriza a los futbolistas, muy críticos con el colegiado, despejando cualquier sospecha de conspiración.

Publicidad

Aunque se admite en Pío XII que algunas decisiones de David Pérez Pallas pudieron condicionar la goleada encajada en el Nuevo Arcángel el pasado sábado, sin embargo la actuación del colegiado gallego se quiere desligar del contencioso sin resolver aún por la Federación sobre la reclamación de alineación indebida del Guadalajara presentada el pasado 2 de abril. De esta forma se rechaza la teoría de la conspiración que algunos jugadores, frustrados por la goleada y aún con las pulsaciones alteradas, avivaron tras caer derrotados en Córdoba en inferioridad numérica.

El club aplaude el discurso prudente en la sala de prensa tras el encuentro de Sergio Lobera que, a pesar de su desacuerdo con las expulsiones de Dani Castellano y Hernán -«de esta forma otros partidos deben acabar cinco contra cuatro», rehusó enjuiciar la labor del colegiado.

Además, la postura institucional de la Unión Deportiva se refuta con el hecho de que no se vaya a recurrir algunas de las decisiones del árbitro en los comités para evitar las sanciones de los futbolistas expulsados. Se entiende en el club que las decisiones del árbitro están sustentadas en el reglamento y no incurre en errores de apreciación que se presten a debate.

El ÁRBITRO, SATISFECHO. Apenas una hora después de finalizar el partido en el Nuevo Arcángel, ya en el hotel donde se hospedaba, Pérez Pallas ratificó cada una de sus decisiones, mostrándose satisfecho con su actuación a consulta de algunos aficionados amarillos presentes que, educadamente, pidieron explicaciones al trencilla gallego. «Con el reglamento en la mano las dos son expulsiones claras. Hubiese sido injusto con el Córdoba perdonar una de las tarjetas amarillas a los jugadores de Las Palmas», les contestó el colegiado.

Publicidad

Sin embargo, en la expedición amarilla, que ayer regresó a Gran Canaria, aún se le acusaba a Pérez Pallas de riguroso, intransigente y soberbio en su proceder en el terreno de juego, reprochándole su parcialidad en sus decisiones, midiendo con diferente rasero al Córdoba.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad