El calor atrae al fuego
Ya es 15 de julio y con ello se entra oficialmente en la canícula, es decir, el periodo estadísticamente más caluroso del año en España. En las Islas esta época comenzó con alerta amarilla en Gran Canaria por altas temperaturas y por ello, se dispara también el riesgo de incendios forestales.
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Este jueves, sin ir más lejos, se activó el aviso amarillo (riesgo) por calor en la isla de Gran Canaria, más concretamente en el este, sur y oeste, con temperaturas que llegaron a alcanzar los 34ºC, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Por ello, los más de 230 efectivos activados por el Cabildo Insular para luchar contra los incendios forestales en Gran Canaria están alerta para sofocar posibles conatos que podrían convertirse en algo más importante debido a las condiciones climatológicas. Toda esta dotación permanece integrada y coordinada en la Unidad Operativa de Fuegos Forestales, que vigila las 24 horas del día para que no ocurra ningún incidente en las zonas forestales de la Isla. En lo que va de año, en Gran Canaria se han registrado 30 conatos e incendios menores que quemaron un total de 4,4 hectáreas, aunque todos pudieron ser atajados a tiempo. El episodio más reciente fue el que se registró en las Dunas de Maspalomas, el pasado 6 de junio que afectó a 1,2 hectáreas de palmerales y tarajales y que fue sofocado una hora y media después de haber sido declarado.
Dotación. Durante el verano, Gran Canaria cuenta con dos helicópteros modelo Ecureuil para la extinción de incendios que se caracterizan por ser muy maniobrables y con una alta capacidad de penetración en un territorio montañoso como el de esta isla, con presencia de numerosos barrancos y sitios abruptos. Hay que recordar que existe en estos momentos y hasta el 30 de septiembre la prohibición del uso de fuego en zonas de acampada y áreas recreativas, las quemas agrícolas y los espectáculos pirotécnicos en zonas forestales y sus proximidades, así como el uso de radiales y otras maquinarias que se han convertido en la primera causa de incendios por imprudencia.
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