El Atlético rozó el milagro

En uno de sus peores partidos de la temporada, el Zaragoza sufrió para eliminar a un Atlético de Madrid que mejora sin Bianchi, lucha hasta la extenuación, nunca arroja la toalla, pero sigue sin ganar. Fieles a su tradición, los rojiblancos rozaron el milagro en La Romareda. No sólo tuvieron que sobreponerse al golazo que les endosó Ewerthon en el Calderón sino también a los dos que encajó en la vuelta en menos de media hora, merced a dos genialidades de Cani. Fue con todo perdido y con un equipo maño encerrado en su área, cuando el Atlético tocó a rebato, se fue hacia arriba, igualó el duelo con un tercio de partido aún por delante y puso un nudo en la garganta en los aficionados de uno y otro equipo.

E. Rivilla (COLPISA)

Lunes, 20 de julio 2020, 12:10

Murcia puso en liza el equipo más ofensivo que se recuerda del Atlético. Como se trataba de buscar el milagro, apostó por el rombo, con Luccin como único medio defensivo e Ibagaza más arriba, cerca de Torres y Petrov. Y en las bandas otros dos delanteros, Galletti y Petrov. Llevó la iniciativa desde el inicio, pero en gran parte porque los maños se la regalaron y plantearon un choque descaradamente al contragolpe, con el veloz Ewerthon de único delantero. Pero ocurre que el Atlético es un flan, juega al límite, muy presionado, y este año falla hasta en defensa. Bastaron a los locales dos acciones aisladas en las que Cani mostró su arte y Pablo su mal momento, para poner el duelo en franquía. Relajación maña La noche parecía de lo más plácida para los aragoneses, que se complicaron la vida por su excesiva relajación y porque el Atlético decidió que si había que morir era de forma digna, plantando batalla, sin rendirse de antemano. Marcó pronto, en una acción de oportunista de Kezman, y ello le permitió meterse en la eliminatoria. No gozó de grandes ocasiones, pero sí fue dueño del balón y del juego. Se fue al descanso convencido de que la proeza era posible. Galletti, que gozó de la titularidad ante sus ex, asustó a los blanquillos en el primer minuto de la reanudación, pero lanzó desviado. Diego Milito, que reemplazó a Ewerthon como llanero solitario, falló una ocasión pintiparada, solo ante Falcón, y mantuvo vivos a los 'colchoneros', que empataron tras una jugada embarullada de Torres que culminó Galletti. Quedaba más de media hora pero los locales supieron matar el partido, pararlo, perder todo el tiempo del mundo y desesperar a sus rivales. Salvo una falta de Ibagaza que rozó el palo, el Atlético no volvió a dar señales de vida. Y Petrov, uno de sus 'grandes' fichajes, fue una calamidad.

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