Dignidad cero
El pobre Mariano Rajoy monta un circo y le crecen los enanos, acompañados de trapecistas, domadores, payasos y más de un caradura. Es que nuestro presidente ya no tiene bastante con la crisis, esos supuestos brotes verdes que crecen no se donde y con que Cataluña, bueno, mejor dicho, algunos catalanes, sigan empeñados en separarse de España aunque sean plenamente conscientes de que es una misión imposible.
Publicidad
Pues sí, Rajoy encima ha tenido que lidiar con la desagradable noticia de que uno de los suyos, el presidente de Extremadura, José Antonio Monago esos políticos del PP que llevan años y años agarrados a un cargo público haciendo y deshaciendo a su antojo, ha tenido que dar explicaciones por algo absolutamente vergonzoso: fue 32 veces a Canarias para ver a la que era su pareja con los billetes a cuenta del Senado.
Es que hay que tener poca vergüenza para hacer eso y, encima, no tener las agallas suficientes para, al día siguiente, demostrar en un ejercicio de sinceridad, que metió la pata admitiendo los hechos y comprometiéndose en devolver el dinero. Porque cuando se publicó la noticia, el caballero Monago lo negó todo por completo y dijo públicamente que los viajes privados se los pagaba él y que no iba a dimitir porque de esa manera «ganarían los malos». Tiene narices el amigo.
Pues nada, como en este país la clase política tiene patente de corso para decir y desdecir a su antojo, 24 horas después hizo un amago de admitir los hechos declarando que devolvería «hasta el último céntimo» de los viajes a Canarias.
Fueron 32 faltas de respeto a la ética política. 32 atentados al código de buenas conductas de las personas que han sido elegidas por el pueblo para que les represente. 32 ofensas que, por lo que parece, caerán en saco roto porque aquí no pasa nada. Los días transcurrirán y el foco de atención se desviará a otro caso de corrupción, pero el amigo Monago se irá de rositas y con el aplauso de los suyos, los compañeros del PP, que lo apoyaron durante la convención de buenas prácticas del partido conservador. Es de risa.
Publicidad
La conclusión es que, de los más de 360 políticos y altos cargos implicados en casos de corrupción en España, 180 pertenecen al partido de Rajoy y los números no fallan. Ojalá algún día el presidente español tenga agallas para dar un golpe encima de la mesa y expulsar de la vida política a los caraduras que le rodean.
En ese instante, Rajoy se ganará el respeto de muchos españoles. Tenga dignidad: pague señor Monago y márchese de una vez.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión