Cuando Alvarado perdió la inocencia

Óscar Alvarado todavía hace méritos en un Gran Canaria en el que ha minimizado su rol tras el fichaje de Scheyer para compatibilizar funciones en la dirección de juego con Tomás Bellas. Ahora, consciente más que nunca de su papel en el tránsito formativo de su carrera, recuerda la visita del CAI Zaragoza como un día elemental.

Lunes, 20 de julio 2020, 06:49

Era 3 de mayo, como cuando Goya retrató los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío en 1808, y en el CID la tensión se respiraba. El Gran Canaria, ahogado por una temporada funesta, derrotaba al CAI Zaragoza, que vuelve al lugar de la incidencia el próximo domingo, en un final que capturaba imágenes y simbolismos descriptivos en el presente del club. Pedro Martínez e Himar Ojeda fundían sus penurias en un abrazo firme; lo mismo que el delegado Miguel Montes con Lisandro Hernández, expresidente. Y en el palco, la jerarquía del Cabildo aplaudía bufanda al cuello.

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Pero ese día será siempre especialmente significativo para Óscar Alvarado. La estadística, esa certeza tan impostora, dirá en un futuro que el base de Santa Brígida tuvo una actuación discreta. 12:11, con 0 de 1 en tiros de campo, dos pérdidas y dos faltas personales. Pero ese día se curtió en su batalla más difícil. «Fue un día muy señalado para mí. Cabezas me presionó y me provocaba, pero le planté cara y el público se volvió loco. El ambiente se revolucionó y logramos imponernos», recuerda.

Carlos Cabezas, cuyo padre militara en la década de 1980 en el Salesianos Las Palmas a las órdenes de Antonio de Torres, y que cumplió el pasado sábado 400 partidos en la ACB, todo un campeón del Mundo, comenzó a jugar de forma agresiva cada vez que Martínez y Abós les emparejaban en la cancha. Su codo permanentemente impactando en el pecho del joven claretiano. Pero este no se arredró. «De los partidos que he jugado es uno de los días que más me han servido. Aprendí mucho de aquel encuentro, le planté la cara a un jugador como Cabezas. La gente me apoyó mucho y se metió mucho en el partido en un momento en el que el ambiente había bajado mucho», rememora.

Entonces Alvarado compartía cartel con Tomás Bellas, tras el cese de la relación de Taurean Green con el club. Su progresión parece menos encaminada. El fichaje de Scheyer, en principio escolta, le ha degradado en la rotación. Él no desespera.

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