Clases improvisadas por la LOMCE

Marta Ramos

Lunes, 20 de julio 2020, 07:45

148.253 alumnos de la ESO, bachillerato y FP empezaron este lunes las clases en Canarias. 881 de ellos son del IES El Carrizal que entre risas, reencuentros e ilusión, iniciaron el curso con una novedad que genera mucha incertidumbre entre los docentes: la entrada improvisada de la Lomce, que llega a primero y tercero de ESO y a primero de bachillerato a toda prisa.

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En el patio del centro, cientos de alumnos estaban amontonados a la espera de entrar a la tradicional charla de inicio de curso. Entre muchos de ellos, se notaban las ganas de empezar el curso 2015-16, especialmente entre los que dejaron atrás el colegio para empezar el instituto, los de primero de la ESO. «Creo que va a ser más difícil, pero tengo muchas ganas de saber cómo va a ser este curso», contaba Paula Alemán, que nerviosa y expectante se estrenaba ayer en esta nueva etapa. «¿En qué clase me tocará?» o «¿quiénes serán nuestros profesores?» eran algunas cuestiones que se planteaban los jóvenes en las inmediaciones del centro.

A los docentes también se les notaban las ganas que tenían de volver. Aunque este curso será distinto, ya que llega con él la polémica Ley Orgánica de Mejora Educativa (Lomce). Apenas han tenido tiempo para adaptar sus clases a ley del PP, que modifica los currículos educativos y que llega «deprisa y corriendo».«Es una improvisación constante, los currículos de las asignaturas, que se dieron a conocer hace apenas un mes, todavía no son oficiales. Pero lo más grave es que con el curso empezado se desconocen cuestiones como la manera en que se va a evaluar o los materiales que se van a utilizar», denuncia Ana Gloria Sánchez, tutora de tercero. Los profesores tendrán que iniciar las clases guiándose con unos borradores.

La directora del centro, Liduvina Sánchez, no quiere alarmar a los padres y asegura que la situación está controlada. «Estamos adaptando toda la programación al nuevo currículo, aunque muchos profesores han tenido que investigar por su cuenta», asegura Sánchez. «¿Podremos afrontarlo bien con el poco tiempo que hemos tenido para prepararlo? Es lo que nos ha tocado y pensamos que así será», sostiene.

Entre los padres ronda el malestar ante los cambios. «Mi hija necesita apoyo para algunas asignaturas y esa hora la Lomce la quita para dar idiomas», asegura Raquel López, quien también denuncia el cambio de los libros y el incremento que supone: «pensaba que mi hija que va a primero de ESO podría reutilizar los libros de mi otra hija, que pasa a segundo, y sólo podrá usar dos. Así, el gasto ha sido doble».

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