Chrisantus: "Sueño con meter el gol del ascenso"

Maky Chrisantus vuelve a rugir y llega a tiempo. El sábado marcó tras seis meses de sequía, cuatro de los cuales se los pasó, inexplicablemente, en la grada. Acabó la temporada con máximo realizados del equipo con ocho tantos y ahora, en puertas de los partidos decisivos, hincha los pulmones. «Mi sueño de marcar el gol que nos dé el ascenso sigue en pie», avisa. Para él, lo mejor está por llegar.

El relevo en el banquillo de la UD ha permitido recuperar la figura de un futbolista cuyo perfil es único en la plantilla. Delantero de área, de raza rematadora y sentido de la intuición, los números avalan a Chrisantus pese a su enorme déficit de minutos. Dejó de jugar en febrero llevando más goles que nadie y permaneció olvidado hasta hace nueve días, cuando Josico le dio un rato en Mallorca. Una de las pocas decisiones rupturistas que ha plasmado el nuevo entrenador ha sido la de tirar del ariete africano y los réditos no han tardado en llegar. Maky premió la confianza que le dieron frente a la Ponferradina con un gol. No quedó ahí la cosa. La grada, que se desahogó en reproches, sí diferenció con uno de los futbolistas más queridos y le tributó cánticos de reconocimiento. Día completo el suyo aunque ambiciona lo máximo.

«Todo fue bien para el equipo y me sentí muy feliz por ganar y lograr la clasificación. Era lo más importante por encima de las situaciones individuales. Pero admito que, a nivel particular, también me llenó de satisfacción mi contribución», expuso.

Chrisantus admite que su gol, el que significaba el empate a dos, llegó «en un momento crucial», pues el encuentro «había entrado en una mala dinámica».

«Teníamos que ganar porque no queríamos depender de lo que pasara en otros campos. Y cuando la Ponferradina se puso con 1-2, todo se puso muy mal. Pienso que ese tanto reavivó nuestra moral», estima Reconoce que cuando Nauzet peinó con la cabeza hacia su posición un balón franco para definir, no podía fallar:

«Estaba en el lugar adecuado y, aunque no rematé del todo bien, la pelota entró, que era de lo que se trataba. Fue fantástico poder celebrar otro gol en nuestro estadio después de tanto tiempo». «Siento que he vuelto justo a tiempo, que estoy en plenas condiciones para aportar mi trabajo a la UD. Es lo que me llena de motivación y ganas para afrontar la eliminatoria ante el Sporting y, luego, ante el que nos toque», añade sin esconder su optimismo. Y es que mira al futuro inmediato (miércoles en el Gran Canaria, domingo en El Molinón) convencido de que la UD seguira adelante: «Respetamos al Sporting como seguramente ellos también nos respeten a nosotros. Pero nos vamos a imponer. No tengo ninguna duda. ¿El Molinón? La última vez que estuve por allí no me fueron mal las cosas. Hacer tres goles en un partido siempre es bonito. Me conformo con uno pero que sirva para clasificarnos».

Maky considera que el equipo «va a demostrar todo lo que lleva dentro» en esta promoción. Cuestionado por su rol en el grupo, ahora que vuelve a tener galones, mantiene un discurso corporativo: «Estoy centrado en los entrenamientos. No voy más allá de la lucha diaria, que es lo que me ha permitido superar una situación bastante negativa. Sé que el entrenador me tiene en cuenta y eso, sin duda, ayuda a trabajar. Pero quiero más. Siento que ni yo ni los compañeros hemos terminado nuestra labor en esta temporada. Nos faltan cuatro partidos».

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