Así funciona Salto del Negro

Una báscula abre las puertas al vertedero de Salto del Negro. Tras el pesaje de los camiones, el complejo se extiende por una superficie de un millón de metros cuadrados que ayer pudo visitar CANARIAS7. Los casi 140 camiones que allí entran a diario depositan unas 588 toneladas de residuos por jornada de trabajo.

El vertedero de Salto del Negro es una montaña de basura en medio del barranco que viene desde Tafira y llega a La Laja. El compactado de residuos es una enorme pared de unos ochenta metros de alto en cuya cima se siguen depositando los residuos: sólo en junio se enterraron allí 17.638 toneladas de basura, y en lo que va de año, ya llevan 105.874 toneladas.

La montaña sigue creciendo y amenaza con alcanzar el nivel de la autovía de circunvalación. Este espacio es el vaso de vertido al que llega la basura que los ciudadanos depositamos en la bolsa gris, donde va toda la materia orgánica y todos los productos reciclables que los ciudadanos no separamos en origen.

A la cúspide de esta montaña de basura se llega por una acusada pendiente que deja a ambos lados el complejo medioambiental del Cabildo y la planta de biometanización, que aún no ha sido puesta en funcionamiento por el Gobierno de Canarias y que es clave para revertir la tendencia suicida que en materia de residuos lleva Gran Canaria.

Una vez arriba, puede contemplarse en toda su extensión la amplitud del vertedero, en el que cabría una docena de campos de fútbol. Allí, los camiones, una vez pesados, llegan a lo que se llama el frente de vertido, esto es, el lugar donde se acumulan las bolsas de basura y los materiales que depositamos en los contenedores grises.

Aquí no hay posibilidad de separación porque la planta de todo en uno del Cabildo tampoco está operativa. Esta práctica ha sido criticada recientemente por el fiscal Javier Ródenas, quien ha denunciado un supuesto delito ecológico por una práctica que se lleva repitiendo desde que se inauguró el vertedero.

Tras el depósito, una compactadora -que es como un gran tractor con enormes ruedas de hierro- va triturando los residuos, a los que se añade luego tierra que se toma del desmonte de la montaña con el fin de conseguir un firme seguro. Así las capas se van sucediendo, con un frente de depósito que siempre queda por apelmazar que mide entre diez y doce metros de longitud y una altura de metro y medio aproximadamente.

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