Aquel 3 de octubre de 2001
La última visita del Real Madrid a la UD dejó una alegría colosal a la afición grancanaria. Acaeció el 3 de octubre de 2001 y, entonces, compareció en el Insular una galaxia de estrellas, con Zidane al frente, que terminó claudicando frente a Las Palmas. Fue la gran noche de Rubén Castro, quien entró en el partido en el minuto 64, con empate a 2-2 en el marcador, y, en poco más de un cuarto de hora, reventó al Madrid con dos goles que provocaron el éxtasis en Ciudad Jardín. Curioso el destino de los dos equipos tras este cruce: meses después, la UD acabaría descendiendo a Segunda con Fernando Vázquez en el banquillo y el Madrid levantaría la Décima, Vicente del Bosque a los mandos.
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Aquel día, con 16.911 espectadores según las cifras oficiales, se vivió un espectáculo de los que marcan época. Un partido con alternativas, goles y un desenlace vibrante. Un homenaje al fútbol por lo que ofreció una confrontación de altísimo nivel. Al descanso ya se habían marcado cuatro tantos, dos por bando.En ese fuego cruzado en las áreas destacó una falta directa magistralmente ejecutada por Zinedine Zidane, hoy entrenador del Madrid. No es el único que será protagonista el próximo domingo y que sobrevive de este precedente, ya que Ángel López, entonces en su segunda campaña como profesional, disputó los noventa minutos. Quince años después, y tras una dilatada carrera en la que ha tenido que superar severas lesiones, el lateral internacional de Pozo Izquierdo se mantiene en la máxima categoría. Todo un ejemplo de longevidad profesional como ocurre con Juan Carlos Valerón.
En cuenta atrás para el partidazo que aguarda en el Gran Canaria, un vistazo a la hemeroteca inflama la ambición. En 2001 se pudo. ¿Por qué no ahora?
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