Amancio Ortega beca a una grancanaria para irse a EE UU
Con 15 años, la grancanaria Erika Rodríguez afrontará en solitario un gran reto: hacer el primero de Bachillerato en un High School de los Estados Unidos. Y lo hará sin invertir un euro ya que ha sido una de las ganadoras de las becas Fundación Amancio Ortega. Un lujo entre miles de jóvenes estudiantes de todo el país.
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Erika está eufórica. Cursa cuarto de la ESO en el IES Poeta Tomás Morales Castellano y sus excelentes notas, perseverancia y ganas de aprender, le han valido para convertirse en uno de los 100 afortunados estudiantes de toda España que han sido seleccionados por la Fundación Amancio Ortega para cursar el primero de Bachillerato en los Estados Unidos.
Pero no ha sido un regalo, ni mucho menos. Esta joven de rostro angelical ha tenido que hincar los codos para poder lograr un 9 de nota media en tercero de la ESO y un 10 en inglés, dos de los requisitos que pedía la fundación. Pero no se conforma con eso. Además, estudia en el conservatorio de música y ya está en cuatro de flauta y tercero de piano. Una auténtica empollona.
Ella sonríe cuando se le plantea la aventura de vivir un año en los Estados Unidos: «Me presenté por probar y al final he conseguido ser una de las elegidas. Estoy muy feliz porque es algo que me hace bastante ilusión y creo que me vendrá muy bien en mi formación», comenta sonriente ante la orgullosa mirada de Nigeria García, la vicedirectora del centro y quien la animó a dar este paso.
Ella, junto a dos compañeros de instituto, se inscribieron en estas becas y han tenido que ir pasando varias cribas. Erika pasó una inicial de la que quedaron 1.200 chicos de toda España, para luego realizar un examen escrito en febrero y ser entrevistada por los organizadores en inglés. «Elegí como temática de la entrevista la música, otra de mis grandes pasiones. Me encantaría estudiar alguna ingeniería y seguir subiendo cursos en el conservatorio», suspira ilusionada.
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Tiene tantas ganas que no teme estar sola al otro lado del charco: «Para nada. Seguro que cuando me suba al avión me entrarán los nervios, pero es algo que me llena de ilusión. Son sólo 9 meses y seguro que los aprovecharé y se pasarán muy rápido».
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