¿A las puertas de un divorcio muy real?

Canarias7/Efe

Viernes, 17 de julio 2020, 09:00

La rumorología se ha desatado y ya se cruzan apuestas. ¿Acertará el periódico italiano La Reppublica al avanzar ayer que en breve habrá un comunicado de la Casa Real española anunciando el divorcio de don Juan Carlos y doña Sofía? ¿Es una decisión largamente meditada -se supone que por ella- y que podría haber acelerado la abdicación? ¿Es esa la causa de la ausencia nunca explicada de la ausencia de don Juan Carlos en la ceremonia de proclamación de don Felipe en las Cortes?

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La información publicada este martes cobra peso ante las ausencias de don Juan Carlos en las últimas semanas, al que se vio en viaje oficial a Colombia, para luego desaparecer y ser visto de nuevo en un partido de la selección española de baloncesto.

Mientras, en palacio guardan silencia y el rey Felipe VI retomó ayer su agenda oficial. Así, intercambió impresiones sobre los primeros meses de su reinado y ha abordado diversas cuestiones sobre la actividad institucional del Estado con los presidentes del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, y del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda. El monarca recibió ayer en la Zarzuela, en reuniones consecutivas, a los dos responsables institucionales, a cada uno de los cuales esperó en el salón de audiencias para darle la bienvenida con un cordial apretón de manos y posar junto a él para los medios gráficos antes de invitarle a pasar a su despacho para una entrevista a puerta cerrada. En las primeras palabras, en tono distendido, que los invitados intercambiaron con el rey mientras posaban para los fotógrafos, Romay Beccaría expresó su satisfacción por ver a don Felipe ya asentado en su nuevo papel de jefe del Estado y Álvarez de Miranda compartió con el monarca algún comentario sobre la vuelta al trabajo tras las vacaciones.

En un comunicado, el Tribunal de Cuentas explicó que su presidente compartió con el rey diversos proyectos impulsados por esta institución para fomentar la transparencia y el buen gobierno, como «la reforma de los procesos selectivos de personal» y «la fijación de criterios en la composición de los tribunales de selección para evitar cualquier apariencia de discrecionalidad».

Álvarez de Miranda expuso asimismo al Monarca la iniciativa promovida por el Tribunal de Cuentas para garantizar «el sometimiento de sus normas y operaciones a una auditoría externa por parte de una entidad fiscalizadora superior».

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