8 claves de un acta visionaria

El acta de la reunión del comité asesor del Festival de Música de Canarias, reunido el 21 de julio de 2016, cuyo contenido adelantó en parte este periódico el pasado miércoles, desvela cómo el Gobierno de Canarias fue advertido de las carencias, económicas y de programación, que se atisbaban en la controvertida 33ª edición. Ni la consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Mariate Lorenzo, ni el coordinador del Festival, Nino Díaz, hicieron caso de las sugerencias de los miembros críticos de este comité. Es más, en diciembre renovaron el mismo casi al completo, para eliminar las voces críticas.

1. Ingresos. Tal y como desveló CANARIAS7 el pasado miércoles, José Luis Rivero, Juan Mendoza, Javier Martín Carbajal y Jerónimo Saavedra se significaron, durante la reunión del pasado 21 de julio de 2016, a la hora de vaticinar que la programación diseñada por Nino Díaz y su equipo podría generar «un desajuste» en los ingresos previstos para la campaña de abonos y durante la venta de entradas individuales. Acertaron de pleno, ya que la consejera Mariate Lorenzo informó en rueda de prensa que los ingresos han quedado 232.008 euros por debajo de lo previsto. Esto supone entrar en déficit, ya que la previsión de ingresos se invierte en la programación.

2. Contradicciones. Durante su exposición inicial, Mariate Lorenzo aseguró lo siguiente, según el acta: «Con la confianza en la madurez y consolidación alcanzada tras 32 años consecutivos de celebración de esta gran cita musical, como saben, desde este Gobierno y desde la consejería que dirijo, se optó por dar un giro a nuestro Festival, no sin antes repensarlo y analizarlo desde un punto de vista económico, social, político, territorial y, por supuesto, cultural». Tras presentar los primeros números de esta 33ª edición, su discurso ha cambiado. Ahora, apunta Mariate Lorenzo, lo importante es «la rentabilidad social» y no la económica.

3. La extensión. Tanto Mariate Lorenzo como Nino Díaz priorizaron en julio «la extensión en el número de conciertos (83 de 603 artistas), la extensión en el alcance territorial y la extensión en variedad de estilos y épocas musicales». Con una mayor presencia «de obras de autores españoles y latinoamericanos», apuntaron, se apostó por «la diferenciación» con respecto al resto de festivales europeos. «Creemos también que es especialmente importante incorporar en el Festival el talento artístico de nuestra tierra (una de las más creativas de Europa), integrando en esta programación una buena representación de artistas y creadores canarios». Los datos de asistencia presentados por la propia consejera demuestran que la extensión, en número de conciertos y espacios en distintos municipios, ha sido un fracaso. Con 34 conciertos más, solo se ha ganado poco más de 7.000 espectadores. La diferenciación con respecto de «otros festivales europeos» pone de manifiesto una contradicción significativa. Nino Díaz, en la rueda de prensa del pasado 10 de febrero en la sede de Presidencia, aseguró que «la internacionalidad del Festival es una falacia», porque, aseguró, «no se le conoce fuera de España». ¿Si no se le conoce, para qué diferenciarlo del resto de festivales europeos?

4. «Una locura». Para Nino Díaz, es una «locura» que se concentre la programación en las dos capitales canarias. Añade que, de mantenerse así, «habría que subvencionar a los residentes de las otras islas para que puedan acudir a los conciertos de las islas capitalinas». La dispersión por muchos más municipios ha dejado recintos prácticamente vacíos. Desde hace años, el Festival ya llega a las ocho islas.

5. ¿Integrador? Mariate Lorenzo culminó su intervención inicial en julio con esta afirmación: «Queremos que éste sea un festival integrador. Que tanto el público afín a la música docta, como el que nunca se ha acercado a ella, encuentre aquí su espacio», porque «se ha querido hacer un solo Festival para una sola Canarias». En la entrevista publicada en este periódico, ocho días después de esta reunión, Nino Díaz afirmó que los abonados no eran el objetivo principal del Festival. Semanas después, el Gobierno de Canarias emitió un comunicado de disculpa hacia éstos. Este año, la cifra de abonados cayó de forma considerable -cierto es que en los abonos se incluían pocos conciertos-. En diciembre, se renovó casi al completo este comité asesor. De las voces críticas que figuran en este acta, solo sobrevive Jerónimo Saavedra. ¿Realmente ha sido un proceso integrador?

6. Cachés. Nino Díaz miró atrás durante la reunión para responder a Juan Mendoza, exdirector del Festival. Según el acta, manifestó que en ediciones anteriores «se han pagado cachés por encima del precio de mercado en Europa, en ocasiones 10 o 15 veces por encima». Mariate Lorenzo intervino en ese momento para aclarar que «no es bueno airear viejas cuentas» y que había que mirar hacia el futuro. Sobre los cachés de esta 33ª edición, nada se sabe. La popular Pepa Luzardo solicitó en el Parlamento, en septiembre de 2016, estos datos. Sigue a la espera de una respuesta.

7. Concurso. En el acta se refleja que tanto Nino Díaz como Mariate Lorenzo califican esta 33ª edición como de «transición». Se habla del concurso que elegirá al nuevo director. Nino Díaz asegura que no se presentará al mismo y que tampoco lo hará nadie de su equipo. A día de hoy, ni se han publicado las bases.

8. Reunión. Este lunes, a las 17.00 horas, se reunirá la nueva comisión asesora, que fue aprobada en diciembre por el consejo de administración de Canarias Cultura en Red. Nino Díaz anunció el 10 de diciembre que se escucharán las sugerencias de sus miembros, incluidas las de los siete representantes de los cabildos insulares, para «corregir lo que haya que corregir».