Un marzo definitivo para la UD

Las Palmas, en una situación límite fruto de su irregularidad, encara un mes en el que se decidirá si su pelea por ascender sigue vigente o su futuro pasa por deambular otro año más en el infierno de Segunda.

Viernes, 17 de julio 2020, 04:34

Cinco partidos y 15 puntos en juego. Tres en el Gran Canaria y dos fuera de la isla. Mañana ante el Extremadura arranca un marzo definitivo para Las Palmas. Hace tiempo que no hay margen de error y este mes es la última bala que le queda al equipo para continuar soñando con el ascenso. Si no se supera la decena de dígitos en este periodo de 30 días, las diez jornadas que restan de competición serán intrascendentes y, por lo tanto, una odisea para una plantilla diseñada para subir de manera directa a la máxima categoría, y que había confirmado su fracaso con meses de antelación.

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Hay demasiado en juego y la primera piedra a superar será el conjunto del recién estrenado Manuel Mosquera. Una cita en la que, aunque Toni Otero dijera a este medio el pasado jueves lo contrario, Paco Herrera se jugará su cargo. Para que el catalán continúe, la UD debe ganar a uno de los equipos más asequibles de Segunda. Cuarto por la cola y en descenso, el Extremadura no debería poner en complicaciones a una Unión Deportiva invicta en el Gran Canaria y cuya única victoria a domicilio la ha logrado precisamente en el Francisco de la Hera, feudo de su siguiente rival. Un inicio relativamente sencillo que debe servir para coger confianza y afrontar retos más exigentes.

Porque la siguiente parada es Riazor, el estadio de uno de los grandes de la categoría. Aunque Las Palmas va a contrarreloj, ahí el empate no se vería con malos ojos siempre y cuando los tres puntos se hayan quedado en la isla en la anterior jornada. Lo que debería ser un duelo directo, se presenta como un encuentro que tendrá a los gallegos como claros favoritos. No en vano, el cuadro entrenador por Natxo González le saca ahora mismo 11 puntos a los amarillos.

Y en las tres últimas citas del intento mes de marzo quedarían dos choques en casa y, entre medias, la visita a Granada. Para que las cuentas salgan, en Siete Palmas solo valdrá ganar frente a Mallorca y Elche. El primero, rival directo por lo que el triunfo cuenta doble. Y, el segundo, un equipo con aspiraciones, presupuesto e historia mucha más modesta que la del representativo y que no debería dar problemas en el Gran Canaria. Pero vaticinar lo que pueda ocurrir dentro de tres semanas, con lo impredecible que está demostrando ser el equipo de Herrera, resulta imposible.

La UD se despedirá de sus visitas en marzo con uno de los compromisos más complicados de lo que resta de temporada. El Estadio Nuevo Los Cármenes acogerá un Granada-Las Palmas el fin de semana del 23-24 en el que, tal y como ocurrirá en Riazor dos jornadas antes, y si se han hecho los deberes en casa, a los amarillos les valdrá con no irse de vacío. En definitiva, ganar en feudo propio y no perder lejos de la isla, ese será el objetivo de la Unión Deportiva en un marzo en el que se juega el todo por el todo.

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