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Paco Herrera sigue sin dar con la tecla

Después de 10 jornadas, una victoria, cinco empates, tres derrotas y un encuentro aplazado con el catalán en el banquillo. Las Palmas, que sigue sin jugar a nada, ha empeorado sus estadísticas tras su llegada, no gana fuera de casa y tampoco convence con demasiados empates en el Gran Canaria.

Jueves, 16 de julio 2020, 17:11

Los números no mienten, Las Palmas se aleja del sueño del ascenso a cada jornada que pasa y Paco Herrera sigue sin dar con la tecla que haga funcionar al equipo. La terrible sensación, tan amargamente saboreada la temporada pasada, de que se volvió a fallar con el sustituto en el banquillo parece cada vez más evidente. Una victoria en 10 partidos es el triste bagaje de una Unión Deportiva que está tan cerca de los puestos de Playoffs que del descenso. El único avance que ha encontrado el técnico catalán desde que llegó, hace casi tres meses, es el de un once y un dibujo claro. Pero las estadísticas dicen que no es suficiente.

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Y es que, aunque la afición ya pueda recitar la alineación de memoria después de lo visto en las últimas jornadas, la realidad es que los amarillos siguen sin jugar a nada y dejan en manos de la inspiración de sus figuras de arriba el conseguir la victoria. Seguridad en la línea defensiva y que los de ataque, ya sea a balón parado o en jugada individual, resuelvan. Un triste planteamiento para un equipo confeccionado para ascender de manera directa, que se vanagloriaba a comienzos de temporada de tener la mejor plantilla de la competición y que cuenta con uno de los presupuestos más potentes de Segunda División.

Pero lo peor no es que el fútbol de hoy en día del representativo dañe a la vista, sino que tampoco da resultado. Con Herrera al mando, la Unión Deportiva ha sumado solo ocho puntos de 30 posibles (que serán 11 cuando reciba los dígitos del Reus), todavía no sabe lo que es ganar a domicilio y en casa el empate es el resultado más frecuente. La reacción que todo el mundo esperaba tras el 4-1 al Osasuna, en el único triunfo del catalán hasta la fecha, se ha esfumado con dos tristes empates que saben a derrota. Firmar tablas en el feudo del colista con un hombre más y repetir premio en casa ante un Zaragoza venido a menos, no era lo esperado tras el subidón anímico que supuso la goleada a uno de los conjuntos más en forma de la competición doméstica.

Un decepcionante mes de enero que tendrá que ser compensado en un exigente febrero si se quiere mantener algún tipo de esperanza en hacer la machada y meterse entre los seis primeros clasificados. La visita al Málaga, segundo en la tabla, y al Alcorcón (sexto) es lo que toca próximamente fuera de casa, mientras que en el Estadio Gran Canaria habrá que recibir al Sporting de Gijón dentro de dos semanas. Un calendario exigente que se presenta como la última oportunidad de la Unión Deportiva de Paco Herrera de engancharse a los puestos de arriba.

Sin embargo, en el caso de seguir igual y no presentar mejoría, el club deberá tomar la complicada situación de si continuar con el catalán a pesar del pobre rendimiento, o de buscar el tercer inquilino en el banquillo en lo que va de temporada cuando ya prácticamente no quedarían objetivos por los que luchar. Una penosa situación que, salvo transformación total, está cada vez más próxima a darse.

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