Entre Setién y el precipicio
Lo que pudo ser y no fue. Las Palmas visita el Benito Villamarín para enfrentarse al técnico con el que mejor fútbol desplegó en Primera División. Y como anécdota final, una estocada del Betis podría hacer que esta sea la última semana de la UD en la máxima categoría. El descenso, que se olía de lejos, ya se mastica en la isla.
Kevin Fontecha y Sevilla
Jueves, 16 de julio 2020, 15:42
Nadie se imaginaba en verano que la UD visitaría el Benito Villamarín virtualmente descendida a Segunda División. Mucho menos para enfrentarse al técnico con el que mejor fútbol tejió la escuadra grancanaria en su historia moderna. Y es que Quique Setién fue quien salvó del infierno a Las Palmas durante dos años consecutivos. Ahora, disfrazado de enemigo, podría ejercer de verdugo en una temporada para olvidar. Los sevillanos pelean por una plaza en Europa, mientras que los futbolistas de Paco Jémez ya no tienen ni fuerzas para esconder sus propias miserias.
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Una campaña llena de errores, donde todas las decisiones se tomaron sin ningún tipo de criterio, hace que los amarillos se presenten en paños menores en el campo del Betis. Con todo, el propio Setién, que decidió marcharse de Las Palmas por diferencias con los altos mandos de la entidad, podría ser quien pusiera la puntilla final.
Vidas cruzadas y completamente opuestas las de sevillanos y canarios. Mientras unos han disfrutado sobre el verde, a los otros les han pesado las piernas en cada partido. La Unión Deportiva se presenta penúltima en la tabla, a 10 puntos del Levante -que juega esta noche ante el colista, el Málaga-, eso sí, debido al golaverage son realmente 11. Tan solo un milagro evitaría la catástrofe insular. Y por lo que parece no va a darse. Todos los caminos llevan a la categoría de plata. Las escasas cinco victorias y los seis empates que guarda el representativo en su haber son un bagaje muy pobre para poder sobrevivir en la mejor liga del mundo. Aún derrotando al Betis, para lograr la salvación se necesitaría ganar todo lo que queda para cerrar la campaña. Y encima, los verdiblancos están intratables. Cinco de cinco en sus últimos encuentros. 15 puntos que los han catapultado hacia la quinta posición de la tabla.
Las Palmas, que no prueba el dulce sabor del triunfo desde el pasado mes de febrero, tampoco invita al optimismo. Se respira un aroma funesto y desalentado en las filas isleñas. El descenso, a cámara lenta desde hace meses, ya está a la vuelta de la esquina. Pero eso no justifica la rendición, la afición, castigada en demasía ya, merece que se respete el escudo. Esto obliga a que la UD compita hasta el fin de su estancia en Primera División.
Cambios en el once
Para ello, Paco Jémez podría cambiar algunas de sus piezas en el once inicial. El técnico sabe que con lo que ha probado hasta el momento no le sirve y se ve en la tesitura de mover ficha. En la portería, salvo locura, estará Chichizola. El arquero argentino acumula semanas siendo el mejor jugador del representativo y es inamovible. Hasta el fútbol amarillo pasa por sus botas. Que ya es decir. En defensa, línea de cuatro. Aguirregaray y Dani en los costados, con Ximo y Gálvez en el eje. No descarten a David García de lateral derecho. En la sala de máquinas, Etebo parece fijo. Y por otro puesto pelean Javi, Vicente y Aquilani. Podría entrar el italiano. Las alas serían para Halilovic y Ezekiel. Arriba, Expósito y Calleri. Si hay que morir, que sea matando. Bastante se ha sufrido ya.
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