De Pacuco Rosales a Manolo Jiménez

La UD ha firmado el mejor registro defensivo contabilizando las seis primeras jornadas del campeonato desde hace 23 años.

Jueves, 16 de julio 2020, 16:48

Hay que remontarse a la temporada 1995-96, entonces en Segunda División B y con Pacuco Rosales en el banquillo, para encontrar un registro como el actual, con 3 tantos encajados en este tramo, para encontrar el precedente al curso actual, en el que Raúl Fernández ha levantado un auténtico muro en el área propia.

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Un gol en propia puerta (ante el Albacete), otro tras un rebote en el palo (Zaragoza) y el restante de penalti (Extremadura) integran el parte de goles recibidos hasta ahora. El olfato de Rubén o de Mir explica la posición puntera del equipo en la tabla. Pero para Manolo Jiménez, defensa de época en sus tiempos en activo, el balance atrás es tanto o más importante que la vanguardia y concede un valor muy especial al dato que sale ahora a colación. Incluso considera que a su equipo le están generando más ocasiones de las debidas, lo que ilustra su espíritu perfeccionista y el énfasis que otorga al achique y que, según su credo, comienza con la presión del delantero centro.

En los entrenamientos y consignas previas a los partidos, uno de los mandamientos sagrados del preparador sevillano viene con las atenciones en los marcajes, coberturas innegociables, atención en balones aéreos, la ocupación racional de espacios para negarle al rival la opción de sorpresa y una llamada a la contundencia en caso de balón dividido, dudas o posibilidad de complicaciones.

La sobriedad de Raúl y centrales del corte de Cala o David García, expeditivos por sistema, sostiene esta concepción espartana de medio campo para atrás. Y, de momento, los números respaldan las ideas de Jiménez, quien aplaude y alienta este automatismo.

Sin que la UD sea, hasta el momento, el equipo menos goleado de la categoría, sí es relevante que haya revertido la dinámica de los últimos tiempos en los que, invariablemente, se mostraba muy permeable atrás. Y en el camino del éxito, tan valioso es acertar en el área contraria como establecer un blindaje en las inmediaciones del portero al que se defiende.

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En la cronología reciente de la UD resulta muy llamativo que ni siquiera en los tres últimos ascensos (2000, 2006 y 2015) se diera este parámetro que encuentra paralelismo en la recordada primera etapa de Pacuco Rosales y que culminó con éxito. «Tal y como está la categoría, que el equipo se haga fuerte atrás asegura gran parte del objetivo. Cuando subimos a Segunda también basamos parte de todo en no conceder en nuestra área porque, como ahora, arriba teníamos jugadores que marcaban diferencias como Orlando, Socorro, Eloy o Chili. Veo que Manolo Jiménez está trabajando muy bien el mecanismo defensivo, Raúl da muchísima seguridad al resto y, como se aprecia, a los rivales les cuesta bastante hacerle gol a Las Palmas. Es el camino a seguir, aunque todavía quede mucho por delante», estima el inolvidable técnico grancanario.

La media de medio gol encajado por jornada que se lleva ahora daría, al término de la campaña regular, un total de veinte tantos recibidos de mantenerse esta aritmética.

Y nadie duda de que con esa cifra, considerando la frecuencias de aciertos de esta UD, que ha visto puerta en cada aparición, se garantizará una de las posiciones de ascenso directo.

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