Suzuki Swift Sport, cromosoma deportivo acentuado

El mercado de los pequeños deportivos tiene una gran masa de propietarios que llevan a su marca en el corazón. Es casi como la “religión” que practican los aficionados al fútbol y la defensa a ultranza que hacen de su club. Cada vez resulta menos extraño ver por la calle un subcompacto con los colores de la bandera del país del fabricante vinilada en un rincón de la carrocería.

Inspirado en esta pasión, Suzuki ha dado a luz el Swift Sport más emocionante hasta la fecha, dotándolo de unos argumentos que a buen seguro convencerán a sus seguidores y llamarán la atención de los que aún no lo son. Su llegada a Canarias se producirá en algo más de dos semanas.

Lo que más destaca del nuevo Swift es el aligeramiento de peso del conjunto, cifrado en -80 kg, lo que le permite situarse por debajo de los sicológicos 1.000 kg, registrando en báscula 975 kg, o lo que es lo mismo, una relación peso potencia de 6,96 kg/CV, radicando en esta cifra una de las claves del Swift Sport, pues le permite medirse en términos absolutos de prestaciones a otros modelos más potentes, aunque también menos ágiles, menos eficientes y, por supuesto, menos accesibles económicamente.

La culpable de esta cura de adelgazamiento se denomina ‘HEARTECT’, y es la plataforma sobre la que descansa el nuevo vehículo, que además de ver reducido su peso ha visto incrementada la rigidez torsional.

Una completa revisión de la estructura del interior y del diseño de sus componentes ha dado como resultado el reemplazo de la estructura segmentada de la plataforma anterior por una estructura continua que incrementa la rigidez. La nueva estructura se caracteriza por su forma suave y curvada que dispersa la energía de forma eficiente, mejorando la seguridad en caso de colisión. La rigidez general de la carrocería ha sido aún más reforzada incrementando el número de puntos de soldadura, lo cual mejora el control del vehículo y facilita una conducción lineal.

Adicionalmente a la plataforma ‘HEARTECT’ y a la carrocería ligera de gran absorción de impactos ‘TECT’, se han optimizado elementos interiores como asientos y otros componentes, lo que ha resultado en el peso total del vehículo anteriormente citado.

Las proporciones del nuevo deportivo de Suzuki respecto al anterior resultan mucho más dinámicas, pues se asientan sobre una carrocería de igual longitud (3.890mm), pero más ancha (+40mm) y más baja (-15mm), con una distancia entre ejes mayor (+20mm), lo que propicia el acortamiento de los voladizos, transmitiendo un aspecto más compacto.

El morro de la versión Sport es totalmente diferente al Swift estándar, con una parrilla más amplia, similar a una boca totalmente abierta, que transmite una llamada a la acción.

Hombros musculosos, pilar A de color negro y grupos ópticos delanteros y traseros orientados verticalmente, como aparecen en el resto de gama del nuevo Swift, se manifiestan de forma más pronunciada en el Swift Sport, así como el evocador labio negro inferior del frontal, el zócalo lateral y el difusor posterior con doble salida de escape cromada, rematado todo ello con un deflector de techo y llantas de 17” encargadas de enfatizar la aerodinámica y estética deportiva.

La percepción visual de deportividad que transmite exteriormente el Swift tiene continuidad en el habitáculo, donde se concitan múltiples detalles encargados de ensalzar esta impresión, comenzando por el color rojo como dominante en la cabina a través de pespuntes de la tapicería, inserciones en salpicadero, guarnecido de puertas y consola central, a los que se suma la esfera izquierda del cuadro de instrumentos, dedicada a cuentarrevoluciones.

En el centro del cuadro se ubica un display LCD de información a bordo de 4.2”, que incluye indicador de presión de turbo y temperatura de aceite.

El volante tiene forma de “D”, es decir, se encuentra achatado por abajo y está forrado en piel. Los brazos se presentan en acabado negro satinado, e integran mandos de audio, control de velocidad, telefonía y configuración del sistema de alerta por cambio de carril.

A media altura del tablero queda embutida la pantalla del sistema de infoentretenimiento, cuya diagonal es de 7”, integrando funciones de conectividad al Smartphone a través de Apple CarPlay, Android Auto y MirrorLink, además de la función navegador 3D.

A nivel seguridad, el nuevo Swift Sport ha recibido una profunda actualización, incorporando elementos como un avanzado sistema de detección, frenada de emergencia autónoma por medio de una cámara dual (Dual Sensor Brake Support), aviso de abandono de carril, detección de fatiga, asistente de luces largas y control de crucero adaptativo, todo ello por un precio de 18.843 euros.

El motor es otro de los cambios más destacados, pues se pasa del anterior 1.6 atmosférico (M16A) de 136 CV a un 1.4 turboalimentado (K14C) con 140 CV a 5.500 rpm y un consumo medio de 5,6 litros, lo que permite al Swift Sport acelerar hasta 100 km/h desde parado en 8.1” y alcanzar 210 km/h de velocidad punta, superando ampliamente las prestaciones de su predecesor con un consumo 0,8 litros/100km inferior.

Como caja de cambios se ha escogido una manual de 6 relaciones con un escalonamiento algo más abierto que en el modelo saliente, pues sus 230 Nm de par le procuran una capacidad de recuperación soberbia, combinada con una eficiencia en el consumo mejorada.

Como es lógico, la suspensión recibe unos tarados específicos para la conducción deportiva que requieren los usuarios de este tipo de vehículo, que incluye amortiguadores Monroe en ambos trenes. La mayor anchura de vía ha permitido mantener prácticamente invariable la elasticidad de espirales y barras estabilizadoras, aunque se han optimizado los puntos de unión de éstas al chasis, así como la rigidez de bujes y rodamientos, que se ha visto incrementada en un 15%.

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