La semana esperada por Márquez
Si le hubiesen dado a elegir a Manolo Márquez, sin dudar habría firmado plantarse en el preludio liguero con las sensaciones que ahora tiene y comparte en su círculo íntimo.
Ignacio S. Acedo y /Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 16 de julio 2020, 12:53
El técnico catalán, con su UD todavía por hacer, percibe en su equipo signos que le provocan una inequívoca satisfacción. Y, con el debut ante el Valencia al caer, es, a su juicio, el mejor escenario posible para iniciar el camino. Márquez considera, tras cinco semanas de pretemporada, que se han cumplido las premisas que trazó en cuanto a trabajo y rendimiento. Por encima de los resultados, que han acompañado y suponen un refuerzo moral estimable, él se queda con los objetivos que se marcó allá por el 10 de julio, cuando dirigió su primera sesión de entrenamiento.
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Con las incógnitas abiertas de cómo encajaría en un vestuario nuevo y de qué manera podría imponer su sello y autoridad, también alimentaba dudas su manera de conservar el estilo y procurar a los jugadores el escenario idóneo para desarrollarlo. Y, hasta la fecha, Márquez no ha tocado lo que funciona, léase un Viera mayúsculo, la fiabilidad de Bigas o la promoción de canteranos con Fabio a la vanguardia, y, además, ha logrado potenciar la influencia de jugadores como Halilovic, Momo, Simón o un Javi Castellano que quiere volver y se agarra al último tren. También ha intentado recuperar a Araujo, aunque sus lesiones han interferido.
Por si fuera poco, las incorporaciones están justificando su cartel. Con Toledo a medio camino, Calleri fue el máximo anotador de la pretemporada, no hay debate en la portería con Chichizola, Ximo Navarro ha mostrado sus poderes y de Vitolo huelgan presentaciones.
Nombres propios al margen, lo que más contenta a Márquez es el nivel de compromiso y ambición que detecta en sus jugadores, hasta el punto de que considera que se puede repetir un golpe de efecto como el del año pasado y aquel 2-4 en Mestalla que sirvió para alzar el telón liguero. Ahora, con matices, la UD persigue idéntico desenlace. Y mirando la cosecha que ha sembrado desde que empezó su andadura, mira al Valencia con el colmillo afilado. Hoy, en la vuelta al trabajo, perfilará detalles específicos e insistirá en su ideario. Implacables atrás y vía libre arriba.
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