El Colegio de Árbitros lanza su casting para 2020

Pitido inicial para la formación. Esto es lo que hicieron cerca de 40 personas este viernes en la sede del Comité Técnico de Árbitros de Las Palmas en el acto de presentación del curso de iniciación al arbitraje que se puso en marcha en Gran Canaria para las especialidades de fútbol campo y sala. En las semanas anteriores esta misma imagen ya se había reproducido en las delegaciones de las islas de Lanzarote y Fuerteventura.

El curso de iniciación al arbitraje es el obligatorio primer paso que tienen que dar los aspirantes a hacer cumplir las reglas de juego en las diferentes competiciones oficiales.

A lo largo de un periodo de aprendizaje que dura entre dos y tres meses, los aspirantes conocen en profundidad la aplicación de las reglas, sino todo aquello que consustancialmente está relacionado con un partido, como la redacción del acta, ahora en formato electrónico, y la liquidación de haberes. Luego llega la prueba de fuego, la de la realidad, la del primer partido. En los primeros pasos, los ya árbitros van a contar con la tutela de un compañero con experiencia, esa persona que te dará útiles complejos y que te ayudan a superar el bloqueo mental del debut. Así ocurrió el pasado fin de semana con Ruymán Rodríguez, un chico que dirigió su primer partido con sólo doce años.

Hasta pocas horas antes de las primeras clases, en función de la especialidad que se elija, el Comité de Las Palmas tenía registrados un total de 40 alumnos en Gran Canaria.

«Hemos pasado de captar desesperadamente a jóvenes que querían hacer el cursillo hasta realizar dos acciones formativas por año», indica Pedro Juan Díaz Batista al analizar el nuevo escenario de la formación arbitral. Agrega el presidente que el interés por el arbitraje de los jóvenes aspirantes hay que buscarlo en tres fuentes: el entorno familiar, los amigos y, por último, en aquellos futbolistas que deciden dar un cambio en su actividad.

Desterrar. Díaz Batista entiende que la imagen del colectivo arbitral tiende hacia una normalización entre los integrantes de la comunidad deportiva y este proceso servirá para regularizar el proceso de integrar a nuevos miembros en el Comité. «Iniciativas como el proyecto Valores, que ha puesto en marcha el Gobierno de Canarias y la Federación, ayudarán, así lo esperamos, sustancialmente a desterrar de la mente de muchos el estigma que han venido padeciendo los árbitros», expone el dirigente.

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