Cerrar la hemorragia defensiva
Frenar la sangría defensiva y dejar la portería a cero se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza de un Pako Ayestarán que ya lo ha intentado todo. La zaga de cinco hombres no fue un hecho puntual en el Bernabéu, el técnico vasco medita instalarla en el equipo.
La escuadra grancanaria, con 28 tantos en contra, es el segundo equipo más goleado de las grandes ligas europeas. Tras once encuentros disputados, la UD no ha sido capaz de frenar la hemorragia defensiva. Tan solo el Benevento italiano de Roberto de Zerbi lo supera, con 31.
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Ni siquiera en Segunda, donde se han disputado tres jornada más, hay unos registros tan pobres. El Córdoba, colista en la tabla clasificatoria, tiene un gol menos encajado que Las Palmas. En Alemania, por ejemplo, el Colonia, que es el farolillo rojo, ha recibido 22 tantos. Y eso que solo ha sumado dos puntos, sin saber aún lo que es la victoria. Por otro lado, Estoril (26), Metz (24) y West Ham (23), de las ligas portuguesa, francesa e inglesa, respectivamente, son los que más han balones han recogido de sus propias redes.
Es por ello que Pako Ayestarán está incidiendo en cerrar la herida defensiva. Una hemorragia que ha obligado a plantearse al propio técnico que la retaguardia de cinco hombres alineada en el Santiago Bernabéu no fuera un caso aislado. Así pues, el preparador guipuzcoano, sabedor de la importancia que tiene volver a dejar la portería a cero, cosa que la UD no hace desde el choque frente al Athletic Club, quiere dar con la tecla exacta. Y la primera oportunidad para reconciliarse con la tranquilidad atrás será el próximo domingo 19, a partir de las 17.30 horas, ante el Levante.
Sin pegada
Sin embargo, no es lo único que debe pulir Las Palmas. La falta de gol está matando las posibilidades de puntuar en cada partido. Con solo ocho tantos a favor, la UD es el cuarto conjunto de Primera que menos ve portería. Un bagaje un tanto escaso viendo la artillería que posee Pako Ayestarán arriba. Es el momento para que los Calleri, Vitolo y Viera -cuando se recupere- empiecen a marcar la diferencia dentro del área rival. De momento, tan solo Rémy parece tener un idilio con el gol.
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