Araujo vuelve a vivir en el alambre

El futuro de Sergio Araujo en la UD podría complicarse con el cambio que se ha producido en el banquillo. Roberto De Zerbi había dado luz verde para que el argentino iniciara la pretemporada y opositara para ganarse un hueco en sus planes. Y eso que Araujo no estaba del todo convencido y prefería un cambio de aires tras su buena experiencia en Grecia. Ahora, con la llegada de Manolo Márquez, vuelve a debate la conveniencia de tener en nómina al futbolista ofensivo.

Márquez no quiere tener una plantilla muy amplia y considera que, con Boateng y Calleri como referentes arriba, añadiendo a Benito o Expósito como recursos extras, además de una mediapunta con inquilinos de la categoría de Vitolo, Viera, Tana o Toledo, sin olvidar a Momo, siempre cumplidor, Mateo García o, Halilovic, no hay necesidad de añadir más mimbres. No es un planteamiento cerrado y todavía está en fase de estudio, pero Araujo va a tener complicado abrirse sitio con un entrenador que, además, sublima la disciplina y el sacrificio, pese a que ayer tiró de flema, cogiendo recortes del mimísimo Vicente del Bosque, y apuntó que muchas veces, ante problemas en el vestuario, «conviene mirar para otro lado».

La prueba del algodón serán los primeros días de concentración en Maspalomas y la observación del grado de implicación de Araujo, ya sin coartadas si dedice quedarse. Con todo, no hay ofertas por él y teniendo contrato hasta 2020 y una cláusula de rescisión de 60 millones de euros, no se adivinan salidas fáciles si las posturas no congenian.

Otro jugador sin dorsal asegurado es David Simón. El brasileño Míchel Macedo es el titular por derecho en el carril diestro, ya que ha acreditado rendimiento y buenas prestaciones, y en la entidad estiman que Ximo Navarro, novedad tras llegar del Almería, ofrece garantías con su polivalencia atrás. Simón quiere ser importante y no vivir a la sombra de un compañero como le sucedió la campaña pasada (disputó 16 partidos en Liga) y sabe que hay equipos interesados y de Primera División, caso del Leganés. La tentación de mantenerse en la máxima categoría y con más protagonismo puede abrirle la puerta de salida, aunque la UD no va a potenciar a un rival directo por la salvación sin obtener un beneficio a cambio.

Miguel Ángel Ramírez admitió ayer que la situación de Simón «puede cambiar» y que es prioridad «buscar lo mejor para el club y para el chico». Hay receptividad para explorar nuevas vías. Con el inicio de la pretemporada a la vuelta de la esquina, no se descartan todas las opciones que puedan abrirse para el canterano, a quien también pretende el Cádiz, aunque ya en Segunda División. Si causara baja, lo haría a préstamo, pues le restan dos años más de vinculación por delante tras su última renovación.

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