Anoeta, última oportunidad

La catarsis que empezó durante la segunda vuelta de la pasada temporada se ha extendido al curso actual. Y a niveles mayúsculos. Mientras que con Setién la permanencia estaba asegurada y lo único que había en juego era la honra y el orgullo, ahora, además de las vergüenzas de ser el colista de la categoría y de sumar números tan históricos como negativos, la salvación cada vez se ve más alejada. Y lo peor es la falta de reacción. Ayestarán, pese haber demostrado con creces que no está capacitado para enderezar el rumbo de la UD, continúa en el cargo semana tras semana, bochorno tras bochorno, con carta libre a despropósitos indefinidos. El ex del Valencia no es el problema, hay que ser justos. Pero tampoco la solución.

La falta de un sustituto que convenza es el principal y único motivo por el que Pako estará en San Sebastián. Tuvo un pie fuera después de la derrota ante el Levante y durante varios momentos de esta semana. Pero finalmente la comisión deportiva decidió mantenerlo por falta de alternativas, así que lo que único que queda es hacer fuerza para que se dé un milagro ante la Real Sociedad. Porque ahora mismo parece la única forma de que la Unión Deportiva pueda conseguir los tres puntos en una plaza tan complicada como la de Anoeta. La defensa más goleada de Primera se verá las caras con un ex en forma como Willian José, una de las promesas más firmes del panorama nacional como Oyarzábal y un jugador tan desequilibrante y contrastado como Vela. Casi nada. Los Illarramendi, Xabi Prieto, Juanmi, Odriozola o Iñigo Martínez completan un plantel de lujo que lucha por Europa.

Por su parte, y como siempre en los últimos tiempos, la principal arma y esperanza del cuadro isleño estará en la figura de Viera. Reapareció, forzando y sin estar al 100%, en la última jornada y su rendimiento estuvo lejos del que acostumbra. Las pocas opciones de los visitantes recaen en la recuperación total de su estrella, porque de sus botas se emana más fútbol que del resto de la plantilla junta. Y no por qué no haya calidad en esta UD, pero los Vitolo, Tana, Vicente, Macedo y compañía están muy lejos de su mejor versión. ¿La culpa?, del cuerpo técnico y de ellos mismos a partes iguales.

Pero siempre hay hueco para el optimismo y la fe, aunque este sea más pequeño a cada jornada que pasa. La UD de Ayestarán ha tenido fases de buen -o aceptable- fútbol. La gran asignatura pendiente es la de prolongar esos momentos a los 90 minutos de encuentro. Así sí habría partido, sí habría esperanza. Para ello haría falta un cambio de mentalidad. Los propios jugadores reconocen que tienen un problema psicológico. Se derrumban al primer golpe. Una crisis de confianza generada por los nefastos resultados y las recurrentes desilusiones que comenzaron desde que Setién anunciase su marcha. Superar este bloqueo es imprescindible para ahuyentar miedos. Que la pelota vuelva a ser la aliada perfecta y no el enemigo que quema en los pies de los últimos meses. Esa sería la mejor noticia, y la única posibilidad de que Ayestarán no tenga que despedirse de sus futbolistas tras el pitido final.

Real Sociedad: Rulli; Odriozola, Llorente, Iñigo Martínez, De la Bella; Illarramendi, Prieto, Zurutuza; Januzaj, Oyarzabal, Willian José.

U.D. Las Palmas: Raúl Lizoain; David Simón, Lemos, Ximo Navarro, Dani Castellano; Javi Castellano, Vicente Gómez; Rémy, Jonathan Viera, Vitolo; y Calleri.

Arbitro: González Fuertes (Comité Asturiano).

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