Sin respuestas ante el rodillo del Khimki (87-72)

El letón Pasecniks, con 9 puntos, 9 rebotes, 3 robos y 26 de valoración, fue lo más potable de un yermo Gran Canaria, en el que ningún jugador alcanzó la decena de puntos ante un rival que tuvo a Shved (26 puntos) y Tony Croker (otros 21) como principales estiletes.

Tras un inicio igualado, con buena selección de tiros en el exterior y buenas transiciones (12-12), el conjunto amarillo sufrió un severo cortocircuito en los dos últimos minutos del primer cuarto, tras un parcial de la escuadra rusa de 9-2 (23-16), con Shved firmando 7 puntos de arranque.

Y es que el equilibrio del Khimki en cuanto a rotaciones empezó a pasar factura al Gran Canaria, más acostumbrado a tirar desde el perímetro que en correr, con una de las plantillas más veteranas de la competición.

En cualquier caso, el primer periodo finalizó con un esperanzador 25-21, con Pasecniks y Hannah como principales protagonistas en vanguardia.

En el segundo asalto, el conjunto del extrarradio de Moscú estiró el chicle con la versatilidad de Gill (8) y Tony Crocker (7), secundando así al maestro de ceremonias, Shved, que ya se elevaba a la decena, a falta de cinco minutos del descanso (39-28).

Sin embargo, con un efervescente recital desde la línea de 3 (9 triples, con un 41% de acierto), el conjunto ruso dejó en la cuneta a los pupilos de Salva Maldonado en un tiempo récord: 47-30 y aún restaban tres minutos para la parada de rigor. Con esa hemorragia se llegó al descanso, con un demoledor 49-33 que era más que elocuente.

En la reanudación no hubo cambios en la pizarra ni en el guion general. Strawberry parecía asomar la cabeza en las estadísticas (7), junto con un timorato Pasecniks (9) que daba una de cal y otra de arena. Pero todo era un simple espejismo. El Khimki siguió pasando el rodillo en todas las parcelas. Shved seguía en su dinámica habitual, ya con 24 puntos en su hoja de servicios.

Pero lo peor de todo es que el tercer cuarto se antojaba casi interminable para la expedición amarillo. Pasaban los segundos, y la derrama creció hasta un demoledor 77-53.

Ya en los últimos minutos, con una dosis extra de juego colectivo consiguió el Herbalife maquillar la estadística, pasando a un «honroso» pero edulcorado 87-72 que, no obstante, encalla al equipo isleño a la zona baja de la clasificación del Top 16 al mismo tiempo que resucita al colista.

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