Ilusión amarilla ante el reto mundialista

España prepara el asalto a la próxima edición de la Copa del Mundo, que se jugará del 31 de agosto al 15 de septiembre de 2019 en China. El equipo entrenador por Sergio Scariolo, encuadrada el grupo A de la fase de clasificación de la primera ventana FIBA junto a los combinados de Montenegro, Eslovenia y Bielorrusia, inició ayer la concentración en el pabellón multiusos Aguas Vivas de Guadalajara, donde permanecerá ejercitándose hasta este jueves, antes de desplazarse a Montenegro para competir el viernes (19.00 horas) en Podgorica, recibiendo a Eslovenia el domingo (18.30 horas) en Burgos.

Los jugadores del Herbalife Gran Canaria Albert Oliver, Oriol Paulí y Xavi Rabaseda, junto al fisioterapeuta isleño José María Sánchez, quien trabajó en la entidad claretiana durante 17 años y mantiene su vinculación con la FEB integran la lista de 16 del preparador italiano en la que no está los jugadores que juegan en la NBA y en la Euroliga, para afrontar esta primera fase en la que toman parte 32 selecciones, las 24 que estuvieron en el Eurobasket el pasado mes de septiembre más las ocho clasificadas en la previa.

«No tenemos a dieciséis marcianos»

El entrenador de la selección española, Sergio Scariolo, declaró ayer que «aquí no tenemos a dieciséis marcianos», en referencia a la lista de convocados condicionada por las ausencias de los jugadores nacionales que compiten en la NBA y en los combinados de la Euroliga.

El técnico italiano transmitió las ganas e ilusión de este grupo para entrenar, «son jugadores que han defendido a España en alguna ocasión, de alguna manera, en la cantera, en otras categorías».

Para Scariolo existe un principio sagrado en el baloncesto: «hay que hacerlo bien, honrar a este deporte, respetarlo, jugando al máximo de nuestras posibilidades».

Respecto a las características del equipo nacional, el técnico reconoció que «no tenemos situación de ventaja en estático». Por ello quiere preservar la identidad, «manteniendo un ritmo alto, jugar en transición, con una defensa activa, agresiva, que fuerce el error del rival».

«El juego de poste bajo que habitualmente tenemos no lo vamos a tener y apostaremos por más movilidad entre los más altos, por un juego más dinámico», argumentó.

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