‘Prestigio’, un rosario de intimidades
La autoficción está de moda. Una de las figuras más destacadas en el arte de diluir su vida con la retórica literaria es Rachel Cusk. Su última novela, Prestigio, es un ejemplo de ello.
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Cusk, a través de su álter ego Faye, nos toma de la mano, cruza el Atlántico y nos invita a dos ferias literarias. Sin embargo, resulta curioso comprobar cómo su yo se disuelve en sus páginas y nos enteramos de sus intereses a través de las singulares personas con las que se tropieza en su viaje.
La autora indaga en la imposibilidad de que un sueño cumplido se parezca a lo ideado a través de un pasajero de avión que trabajó intensamente para jubilarse joven o en la pérdida del respeto hacia la literatura en un mercado que equipara un libro de sudokus a una novela y en el que cualquiera se siente con la legitimidad de calificar La divina comedia de Dante como una «mierda absoluta», según cuenta un cínico editor.
A través de conversaciones con guías, empleados de editoriales, periodistas o colegas nos internamos en disquisiciones morales sobre la discriminación positiva, el modo en que padres y madres transmiten valores sexistas o vocaciones a su prole, el valor de la envidia como motor para la acción, el nihilismo que despolitiza a la juventud, la conversión de las personalidades del ámbito de las letras en artistas de variedades o la aversión al esfuerzo que requiere una relación leal y duradera.
Cusk nos plantea estas y otras cuestiones a través de un puñado de personajes «provocados con frecuencia a realizar verdaderas proezas en el terreno de las revelaciones personales a raíz de una simple pregunta», como ella misma refiere. Y así nos lleva desde lo cotidiano y familiar a lo político engarzando confesiones en una suerte de Las mil y una noches del siglo XXI.
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Más datos.
Título:PrestigioHorario: Rachel Cusk.
Traductora: Catalina Martínez Muñoz.
Editorial: Libros del Asteroide
Páginas: 224
Precio: 17,95
Año: 2018
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