La OFGC toca ‘Así habló Zaratustra’ en una noche muy hispana

Chichon abordará en este programa una de las grandes obras del posromanticismo alemán, Así habló Zaratustra, op. 30 (1896), el espectacular poema sinfónico de Richard Strauss (1864-1949), que vuelve a los atriles de la OFGC tras quince años de ausencia, como homenaje al genial compositor bávaro en el 70º aniversario de su muerte.

Como señalaba Chichon al presentar la nueva temporada, esta pieza constituye una excelente oportunidad para disfrutar del virtuosismo de la OFGC y de la magnífica sonoridad del órgano del Auditorio Alfredo Kraus.

En las notas al programa, José Luis García del Busto apunta que «la obra–escrita para una orquesta gigantesca, que incluye órgano– se inspira, o pretende ilustrar, la idea nietzscheana del superhombre, expuesta en un libro reciente, de 1885, del que Strauss tomó el título».

Añade que «se estructura en una introducción y ocho secciones que se suceden sin solución de continuidad y que hacen referencia conceptual a otros tantos capítulos de la obra de Nietzsche. La introducción, descrita como Amanecer, es un pasaje breve y del máximo esplendor orquestal y sonoro, en el que Strauss juega sabiamente con los modos mayor y menor del tono de Do (...) este comienzo se popularizó con inusitada fuerza en todo el mundo desde que, en 1968, lo utilizara Stanley Kubrick en su magistral película 2001: una odisea en el espacio».

Karel Mark Chichon mantiene su apuesta por la difusión de la música española del pasado y del presente. Ambos mundos se dan la mano en este programa que cuenta con la presencia de uno de los grandes nombres de la guitarra española, Juan Manuel Cañizares, quien en su debut con la OFGC será solista de la clásica Fantasía para un gentilhombre, que Joaquín Rodrigo compuso en 1954, a petición de Andrés Segovia.

En referencia a la obra de Rodrigo, que reúne seis piezas de Gaspar Sanz a modo de suite, el propio Rodrigo, de quien se cumplen los 20 años de su muerte, señala su intención al retratar «todo un pasado de danzas, en las que tiempo viejo y tiempo nuevo iban a entroncarse revive en estos títulos, y yo me propuse que mi lenguaje armónico y el clima sonoro no estorbaran al conjuro de aquellos títulos».

Estos tiempos viejos se enlazan también con los nuevos aires que representa Cañizares, uno de los artistas flamencos más importantes e influyentes en todo el mundo, de quien se podrá disfrutar su faceta como compositor a través de dos piezas para guitarra sola tituladas Añorando el presente y El Abismo, compuestas para su álbum flamenco titulado Cuerdas del Alma.

En la introducción de dicho álbum, Cañizares señala que «simbólicamente, las personas tenemos cuerdas en el alma a modo de instrumento musical. Tenemos, además vivencias e intenciones que ‘tocan’ estas cuerdas del alma y provocan resonancias de tristeza, alegría, ilusión, amor...».

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