‘Despacito’ hasta el infinito
El fenómeno musical del año, Luis Fonsi, cumplió con las expectativas ante unos 5.000 entregados espectadores, mayoritariamente femenino, en el anexo del Estadio de Gran Canaria, donde además del Despacito ofreció hora y media de un concierto en el que mezcló piezas bailables y románticas.
Buzz Lightyear prometía volar hasta el infinito y más allá en Toy Story. Luis Fonsi, que es de carne y hueso, llevó hasta otra galaxia a los cerca de 5.000 entregados espectadores que se dieron cita anoche, en el anexo del Estadio de Gran Canaria, en el primero de los dos conciertos que ofrece en las islas dentro del Festival Mar Abierto.
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El cantante portorriqueño volvía a un enclave que, según sus propias palabras, resultó providencial en su asalto europeo. Este gran reencuentro fue fructífero desde los primeros acordes de un concierto que arrancó con media hora de retraso y que superó la hora y media de duración.
Luis Fonsi es Despacito, pero también es mucho más. Así quedó de manifiesto desde los primeros acordes de Tanto para nada, el tema con el que arrancó la esperada velada.
Le siguieron Corazón en la maleta, Nada es para siempre e Imagíname sin ti que, junto a su cuerpo de baile y una banda de seis músicos, interpretó junto a un público que se sabía de memoria todas las letras.
Consciente de que jugaba en casa, el cantante advirtió que durante el concierto, en el que transitaría «entre lo rítmico y las baladas románticas», aprovecharía para dar a conocer varias canciones «de futuro» que formarán parte de su próximo álbum.
Apaga la luz y la balada Se supone fueron dos de los temas inéditos que probó ante unos fieles que los recibieron con los brazos abiertos.
El primer Despacito llegó a las 22.15 horas y fue acogido, como era de esperar, con un entusiasmo mayúsculo por un público fundamentalmente femenino y de edades muy diversas. Niños de primaria acompañados por sus padres, adolescentes, veinteañeros, cuarentones enralados y un buen puñado de cincuentones se lo pasaron en grande mientras Luis Fonsi cantaba estribillos tan conocidos como «despacito, quiero respirar tu cuello despacito, deja que te diga cosas al oído, para que te acuerdes si no estás conmigo».
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Mientras desgranaba su repertorio, una pantalla gigante a su espalda permitía a los que estaban más alejados del escenario ver cada uno de los gestos del pequeño (de estatura) y musculado cantante latino, toda una estrella planetaria en este 2017.
Tras varias baladas, algunas con un toque más roquero como Llueve por dentro, llegó el punto culminante de la noche en Siete Palmas. Fonsi desapareció del escenario durante unos breves segundos y se presentó para la propina enfundado en una camiseta de la Unión Deportiva Las Palmas con su nombre serigrafiado a su espalda. Así regaló Aquí estoy yo como anticipo del segundo Despacito, con el que esperaba que sus fieles se fueran a casa con «mucho amor».
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