Días de cine vanguardista y radical

En esos día, las pantallas del Multicines Monopol, del Museo Elder, del teatro Guiniguada y del teatro Pérez Galdós se iluminarán con 136 películas, en concreto, 97 largometrajes y 39 cortometrajes. «Es un volumen de programación importante, superior al del año pasado en una veintena de títulos y que se repartirá en 210 sesiones durante 10 días», explicó el director del festival, Luis Miranda, durante la presentación de la decimoctava edición del certamen.

La oferta del festival es tan intensa que su director subrayó lo complicado que es convocar público para tantas sesiones en diez días. «Queremos hacer énfasis en lo que representa en muchas ocasiones tener nada menos que 50 espectadores en una sala, que puede parecer una cifra paupérrima, pero que, en algunos casos, puede ser muy elevada. En la Sección Oficial solemos tener un promedio de asistencia de 200 espectadores, pero lo que nos satisface es comprobar que ciertas películas han sido vistas por 50 espectadores teniendo una oferta tan amplia y diversa», indicó Miranda sobre una cita en la que doce largometrajes y otros tantos cortos se disputarán la Lady Harimaguada de Oro.

Curiosamente, no habrá ningún título español en liza. «El cine de nuestro país está sufriendo cierto bache quizás», dijo el director del concurso que justificó esta ausencia por la coincidencia de la cita grancanaria con el Festival de Cine Español de Málaga.

Por otra parte, desde el festival se subraya especialmente la relevancia del ciclo dedicado al 50 aniversario del mayo francés del 68. «Fue un momento especialmente agitado en el ámbito cinematográfico y sitúa un punto de referencia que ayuda a entender mejor el cine que llevamos programando durante 18 años en este festival. Fue una época de utopía y rabia juvenil en el cual se quiso gestar un segundo nacimiento del cine y había una síntesis de la voluntad vanguardista y de cambio radical», precisó Miranda sobre estas proyecciones que no se centrarán tanto en las repercusiones políticas y sociales del hito histórico sino en su efecto sobre el cuestionamiento del séptimo arte. «Nos interesa esta condición radical de la práctica cinematográfica; no en el sentido vulgarmente político, sino en sentido del térmimo -ir a la raíz- afrontar de forma explícita qué hacer con el cine, cómo abordar la realidad y las posibilidades de la imaginación, algo que subyace en este festival».

Otro ciclo relevante es la retrospectiva dedicada al joven rumano Radu Jude (Bucarest, 1977), que formará parte del jurado.

El Museo Elder acogerá películas de ciencia ficción coetáneas a 2001: Odisea en el espacio bajo el epígrafe de Estrella roja.

La voluntad de atraer nuevos públicos al cine ha regido en el diseño de La linterna mágica, un ciclo para escolares sobre las redes y la comunicación.

La sección Panorama incluirá quince títulos recientes de cineastas como Agnès Varda, Nobuhiro Suwa, Marcelo Gomes o Hang Sang-Soo, mientras que en Panorama España se proyectarán seis largos y cuatro cortos.

El festival precisa de un presupuesto de 500.000 euros, de los que 360.000 salen de las arcas municipales. Además, se estima que entre el 15 y el 18% lo asuma el patrocinio privado.

La Sección Oficial de la próxima edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria contará con dos títulos fuera de concurso. El primero es el documental El pintor de las calaveras, con el que el realizador Sigfrid Monleón plasmará la gran pantalla la personalidad vital y artística del creador canario Pepe Dámaso. La película, producida por el también canario Andrés Santana, se proyectará en la apertura del certamen, el 6 de abril.

También otro veterano creador es el artífice del segundo título fuera de concurso incluido en la Sección Oficial. Se trata del animador checo Jan Svankmajer, del que se proyectará su último largometraje titulado Hmyz (Insects).