Solidaridad en el mercado para esquivar la crisis
Los puesteros aúnan fuerzas y los que tienen reparto a domicilio ceden el servicio para que otros comerciantes también envíen sus productos a casa. «Logramos que la gente venga menos sin reducir el consumo», aseguran.
En tiempos de crisis, el compañerismo y la solidaridad son los mejores aliados. Solo con ellos se consigue paliar un mal que no entiende de sectores, y el mercado municipal bien lo sabe. A los pocos días de decretarse el estado de alarma, sus puesteros comprendieron que sus provisionales instalaciones de Narea podían suponer un foco de contagio debido a las aglomeraciones de clientes que se concentran ahí diariamente. Por ello potenciaron el servicio a domicilio, concienciando a la gente que, por su seguridad y la de ellos mismos, el paso por el mercado debía de ser lo más breve posible.
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Con esta idea, visibilizaron los productos y los números de teléfono de cada puesto mediante la elaboración de un cartel que se ha divulgado por las redes sociales y que se ha colgado en el propio edificio y en otros espacios de la ciudad. La idea es que los consumidores llamen antes de ir al mercado y tener preparadas las compras para que el cliente pague, coja lo suyo y se marche. Así han conseguido reducir drásticamente el aforo al tiempo que han evitado un descenso de las ventas. «Publicar el listado con los teléfonos ha sido un acierto. Ahora repartimos mucho más que antes y la gente viene menos», explica Carmen Rosa Florido, dueña de La Despensa de Florido, un puesto que ofrece pan dulce, comestibles y mieles, entre otros manjares.
Pero no queda ahí la cosa, y es que aunque solo hay cinco comerciantes que cuentan con reparto, estos han cedido el servicio para que otros compañeros también puedan hacer llegar sus productos a casa. Como Juan Fernando Pérez, el expresidente de los comerciantes. Este pescadero es uno de los puesteros que ya trabajaban antes a domicilio y estos días colabora con sus colegas enviando sus productos.
Ahora es Araceli Padilla la actual presidenta de un mercado municipal que ha extremado las precauciones. Solo permanecen abiertas dos entradas a las instalaciones, el Ayuntamiento ha dispuesto de vallas para separar al cliente del vendedor y no se permiten más de dos o tres personas por puesto. Además, esta infraestructura es objeto de labores de desinfección e higiene exhaustiva por parte de Sanidad y Limpieza, y los comerciantes mantienen las medidas de protección, tanto en la manipulación de los productos como en la atención al público. «Los clientes se dan cuenta de que tanto los puesteros como el Ayuntamiento nos preocupamos por su seguridad y nos lo agradecen manteniendo el consumo», celebra Florido.
De esta manera, la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 no está impidiendo que el mercado municipal siga abasteciendo con productos locales de kilómetro 0 a la población teldense.
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