«Cuando fui consciente y vi su cara de miedo, me asusté y paré»
El policía nacional acusado de haber intentado asesinar en marzo de 2017 a su expareja asestándole 50 puñaladas manifestó ayer en el juicio que perdió «la cabeza, no sabía lo que hacía y me vi encima suya con un cuchillo en la mano y lleno de sangre. Me arrepiento de todo», declaró.
José Francisco B. O., el agente de la Policía Nacional acusado de haber intentado asesinar a su expareja en marzo de 2017 en Telde asestándole 50 puñaladas delante del bebé de ambos de once meses, dijo ayer en la primera sesión de juicio que «perdí la cabeza» y que se «arrepentía» de los hechos que habían «destrozado su vida».
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El agente, entre sollozos, relató al tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial presidido por la magistrada Pilar Parejo cómo atacó a la que fue su novia con un cuchillo de grandes dimensiones después de haber pasado varios meses de continuos problemas y discusiones tras el nacimiento del hijo común y la ruptura de la relación sentimental: «Ella me había denunciado y eso rompió la confianza que había entre ambos», dijo el acusado, mientras que la víctima explicó que lo hizo porque «él me amenazó con que un juez le podría quitar a mi hijo ya que yo no tenía trabajo ni vivienda ni era nada, mientras él era policía», relató.
Esta denuncia no prosperó debido a un «mal asesoramiento por la abogada que me tocó», dijo la denunciante, y esto «complicó la convivencia entre ambos», según el policía, que sostuvo que a raíz de este hecho tuvo que pedir una baja psicológica que le obligó a entregar su arma en el trabajo y medicarse.
Esta situación de tensión «fue a más», según la mujer, y por eso decidió comprarse una grabadora para poder obtener pruebas del «sin vivir que en ese momento estaba padeciendo y que al principio no pensé que era real y por eso quería que me creyeran», manifestó.
La víctima volvió a vivir con el hijo de ambos en la casa que el policía tenía en Telde «porque era el sitio donde el niño era feliz» hasta que el 4 de marzo de 2017, notó como alguien intentó entrar en la casa. Sobre la marcha puso en marcha la grabadora al suponer que era el acusado y abrió la puerta. En ese momento entró José Francisco B. O., que afirmó ayer que había «ido a la casa con mi padre para cambiar la cerradura del trastero para alquilarlo y quise hablar con mi ex para pedirle el mando de garaje, pero sin ninguna intención de discutir», manifestó.
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Ya dentro de la vivienda, comenzó una discusión «cuando le pedí el mando del garaje. Discutimos y me puse muy nervioso y hasta me senté en el suelo pidiéndole que lo dejara. Se calmó un poco todo hasta que volvimos a hablar y se encendió el tono», dijo el varón que sostuvo no recordar los detalles de la agresión. Sí los ofreció la víctima que contó como «el niño empezó a llorar y fui a la cocina a hacerle la comida. En ese momento noté una fuerza en el cuello y muchos golpes. Me dolía mucho la cabeza y me vi en el suelo pidiendo socorro aunque pensaba que nadie me iba a oír. Seguí forcejeando, se me cayeron las gafas, intente morderlo, cogí un móvil que se me cayó y ahí intentó estrangularme hasta que cogió un cuchillo», relató. «Me tiró contra la pared y luego contra el suelo y empezó a clavarme el cuchillo. Yo me hice la muerta a ver si paraba pero él seguía. Cuando me desperté, ya estaba en el hospital».
Por su parte, el policía dijo que «no fui con la intención de discutir y no recuerdo nada más. Cuando recuperé la conciencia estaba encima suya con un cuchillo en la mano y lleno de sangre, vi su cara de miedo y me asusté. No sabía que hacía y cuando fui consciente, paré asustado. Me destrocé la vida y me arrepiento de todo», añadió el acusado de un presunto delito de asesinato en grado de tentativa.
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La vista de ayer fue la primera de las dos programas con la prueba testifical. El próximo 11 de julio se desarrollarán las periciales y la documental para concluir con los informes de las partes.
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