Los mosquitos invencibles de la Cícer
Los vecinos del entorno de Churruca denuncian que los cambios realizados en la zona no les han liberado de las plagas de los insectos. Anuncian una movilización para el próximo jueves para continuar con una batalla que ya dura una década.
Han recurrido a todos los ungüentos posibles y su visión del exterior de sus viviendas queda codificada por las mosquiteras que han tenido que colocar en sus ventanas. Son vecinos de la Cícer, en el entorno de la plaza de Churruca, que siguen viviendo rodeados de mosquitos a pesar de llevar más de una década de lucha con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para que se modifique el sistema de alcantarillado al que responsabilizan de la plaga.
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Hartos de esta situación están perfilando para una movilización ciudadana para esta semana, probablemente el jueves a las 12.30 horas, en la que quieren visibilizar un problema con el que llevan lidiando sin éxito durante una década.
La explicación de sus problemas la tienen Manuel Delgado y Juan Luis de Torres, dos de los vecinos que están siempre atentos a lo que sucede en el barrio. «Debajo del aparcamiento de la plaza de Churruca hay colocado un tanque de tormentas, que es el depósito destinado a la recogida de aguas de lluvia. Cuando se limpia se queda una forma permanente una lámina de agua que es el caldo de cultivo en el que se desarrollan las larvas de los mosquitos», explican.
Hace unos años hubo varias modificaciones en el trazado de las tuberías, pero aseguran que no sirvieron para nada. Para demostrarlo enseñan dos tuberías que se encuentran dentro del aparcamiento, colectores de salida de la biblioteca Josefina de la Torre y del quiosco que se encuentra en el parque. «Por ahí baja todo y va a parar al mismo sitio. Y se genera ese atasco en el que se van generando los mosquitos», aseguran mientras levantan una arqueta del suelo para escenificar la cantidad de insectos que nacen hasta convertirse en parte de su rutina.
Los vecinos señalan que la solución a sus problemas es muy sencilla y llegaría con el cambio de las tuberías y desviarlas hacia otros lados. Un proyecto que dicen está hecho y que les han mostrado desde el Ayuntamiento. Pero ante la falta de respuestas concretas, los años de espera, y la previsión de que esas obras se alarguen en el tiempo hasta dentro de unos cuantos años, entienden que ha llegado la hora de que la ciudadanía tome la palabra y exija medidas urgentes.
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