La capital de los nómadas digitales
Las Palmas de Gran Canaria es cabecera internacional en la recepción de trabajadores remotos que escogen la isla por su conectividad y sus condiciones climatológicas. Los espacios de trabajo colaborativo se propagan por la ciudad dando atención a un nuevo tejido que genera consumo y aporta conocimiento
El 19 de enero de 2015, el New York Times publicó un artículo titulado Un escritorio en el paraíso, complementado con una fotografía de aire bucólico en el que unos surferos caminaban en dirección al auditorio Alfredo Kraus sobre la arena de La Cicer. El texto, firmado por Tanya Mohn, ubicaba a Las Palmas de Gran Canaria como una ciudad destacada en la recepción de nómadas digitales. Esta publicación es a juicio de Armando Ojeda, periodista y experto en la comunicación digital, el comienzo de un fenómeno que hoy tiene mucho peso en la vida de ciudad.
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La capital es hoy sede de la convivencia de los nómadas digitales, figuras contemporáneas cuya oficina no reside en la sede de ninguna corporación sino en el disco duro de su ordenador. La posibilidad de trabajar desde cualquier punto del mundo ha convertido a Las Palmas de Gran Canaria en capital internacional de coworkings, lugares de trabajo colaborativo.
Las Palmas de Gran Canaria se ha lograda situar en la cabeza del sector. La red social MeetUp es un fenómeno por el que el boca a boca corre y habla de las bondades de la capital, en la que se han celebrado ya tres ediciones de Nomad City, un evento que pone en contacto a los nómadas con la ciudad y que, a su vez, pretende abrir a esta realidad al tejido local.
Ojeda tiene claro la raíz del fenómeno. «Hay dos factores que funcionan como elementos de atracción fundamental. El boca a boca y que cuentan con trabajos que les permiten trabajar de forma remota».
Carlos Hernández es uno de los responsables de The Sandbox. Un espacio ubicado en Guanarteme. Ocupando los pasillos interiores de un edificio moderno, con Las Canteras a menos de 100 metros, y de cuyas paredes cuelgan tablas de surf. «La primera razón de que vengan es, obviamente, el clima. En Europa ahora comienza el crudo invierno. Cada vez hay más gente que trabaja deslocalizada, por lo que no necesita estar en un sitio concreto para realizar su labor. Está el nómada digital puro y duro, que está siempre de un lado a otro, y luego el que solo viaja por temporadas. Que es el que más. A la isla vienen mucho porque la comunidad de nómadas digitales es bastante grande, de las más grandes de Europa, y eso es un polo de atracción para la gente que viaja sola. No tienes que pedir visas, no tienes un límite de tiempo para estar, ni hace falta un seguro extra para la sanidad», expone.
El este de Europa, lugares como Polonia y la República Checa, son lugares de procedencia desde los que frecuentan los nómadas digitales que llegan a Las Palmas de Gran Canaria. De hecho, desde el Surf Hostel, el eslovaco Peter Fabor fue reconocido en su momento como el impusor de estos perfiles en la isla.
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Nacho Rodríguez, de Canary Islands Coworking e impulsor de los encuentros Nomad City, expone las virtudes de esos eventos. «La excusa de montarlos era generar contenido para promocionar este destino. Esto no va acabar aquí, además va a crecer mucho. Hemos tenido en el último encuentro representantes de más de 35 países. Pero, a su vez, hemos conseguido publicar artículos en todo el mundo. Por ejemplo, en Evernote, que es una multinacio nal que tiene más de 200 millones de suscriptores. Ese tipo de impactos son muy difíciles de conseguir y de pagar, porque estamos potenciando un moviento natural que está ocurriendo en el que nos hemos posicionado a tiempo», expresó.
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