El mercado de Altavista cumple 50 años

Este mercado, situado en la parte alta de la capital grancanaria, cuenta en la actualidad con 45 puestos, de los 63 disponibles, y ha inaugurado este lunes una placa conmemorativa de su aniversario de manos de los representantes de los demás mercados de la ciudad, el consejo de administración, y del gerente y el concejal de Desarrollo Local, Pedro Quevedo.

Como ha señalado el edil, este mercado, que pasó a manos municipales en 1977, es un ejemplo de "estas estructuras decisivas para las ciudades", porque en ellos "se aglutina identidad, cultura, tradiciones y promoción del sector primario".

Esta confluencia los convierte en "referencias en el lugar donde se encuentran", por lo que en representación del Ayuntamiento ha declarado que "se seguirán reforzando estas estructuras", al estimar que se debe "promocionar su singularidad".

Este mercado tiene "un trabajo enorme detrás", y ha contado con "muchos problemas, incluso de supervivencia", ha recordado Quevedo, quien ha manifestado "el compromiso del Ayuntamiento con los mercados y, singularmente, con el de Altavista".

A su juicio, el mercado de Altavista "se ha enfrentado a un problema de visibilidad histórico y de gestión" que "se está resolviendo".

Entre las acciones previstas para este año, Quevedo ha destacado que se celebrarán actos culturales dentro de los mercados, elementos de promoción de tipo sostenible, además de un video promocional y actividades vinculadas a las tradiciones, así como mejoras de infraestructura "con un esfuerzo enorme" para "garantizar su continuidad".

El presidente del consejo de administración, Juan Gaspar Fuentes, ha explicado que el mercado está "en horas bajas" pero que se está "impulsando poco a poco con dinamización".

El responsable ha recalcado que comprar en el mercado es "apoyar al sector primario, lo que mantendrá la economía de la isla".

Además de la placa conmemorativa, el mercado de Altavista ha entregado un reconocimiento especial a uno de sus puesteros, Ángel Guerra, que lleva trabajando en el puesto 14 desde su inauguración.

El puesto de Carnicería Guerra, que comercializa la carne de su propio ganado, es un negocio familiar que en cincuenta años solo ha cerrado dos días. Este puesto, el más antiguo de este mercado, se encuentra frente al más nuevo, con una clientela fija y cinco décadas de "profesionalidad y dedicación", como versa la placa que le ha sido entregada. EFE

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