La Aldea recuerda las normas del Charco para preservar su identidad

Cuenta atrás para la fiesta del Charco. Ayer el Ayuntamiento de La Aldea dio a conocer el bando regulador de los actos del próximo 11 de septiembre. Con el mismo informa de las normas que rigen la celebración para que se desarrolle sin incidentes y según la tradición.

«Cada 11 de septiembre, celebramos nuestra fiesta del Charco, una fiesta de raíces profundas, que conforma una parte importante de nuestro patrimonio cultural y de nuestra identidad. Su esencia radica en una jornada de convivencia familiar y vecinal a la orilla del mar que acaba con una pesca colectiva en el humedal del Charco, donde se mezclan todas las edades y se respiran ganas a divertirse en comunidad», señala.

Pero como todas las celebraciones festivas de los pueblos, la fiesta del Charco ha evolucionado con el paso del tiempo y si los cambios no han erosionado la esencia de su celebración, sí han variado algunos de los elementos de su arquitectura festiva.

«Que la podamos transferir a las próximas generaciones, al menos en las condiciones que la hemos conocido, solo es responsabilidad de los aldeanos actuales», afirma, La fiesta está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en categoría de Sitio Etnológico por el Gobierno de Canarias desde el 26 de junio de 2006.

Para evitar esas variantes se invita a todo el vecindario a la participación, desde primeras horas de la mañana, acompañando a las rondallas que parten caminando desde el pueblo a la playa o en vehículos.

La banda de música abrirá la comitiva desde El Puente, a las 12.00 horas hasta la llegada al muelle, donde finalizará el baile a las 14.00 horas. Esta deberá ir delante, con su cordón de seguridad, sin interrupción alguna por parte de grupos o vehículos.

En los minutos previos al comienzo del Charco se deben respetar las costumbres tradicionales. Para ello se tendrá en cuenta el peligro de arrojar piedras o estar en el lugar con objetos de vidrio, no traspasar el perímetro (raya blanca) a no ser que sea partícipe de la pesca y el remojón, debiéndose tener en cuenta, una vez anunciada la fiesta, que está prohibido arrojar al agua a quien respete dicha señal.

También se prohíbe en el barrio de la Playa, Parque Rubén Díaz y zona forestal, realizar fuegos, hacer barbacoas, el uso de bombonas de gas y la puesta en marcha de generadores eléctricos y motores alimentados por combustibles. Igualmente están prohibidos equipos de música. Para animar solo podrán utilizar instrumentos típicos como guitarra, timples y bandurrias.

El comienzo de la fiesta será el estallido de un volador lanzado por el alcalde. Está prohibido entrar antes de tiempo. La esencia de la fiesta es la pesca colectiva. Se recomienda el mayor número de pescadores, que deberán ir provistos de artes como cestas, gueldera, pero no redes.

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