La Casa del Inglés, un BIC en ruinas

La Casa del Inglés, un inmueble construido en el siglo XVIII en La Oliva y que en la actualidad está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento, debe su nombre a un hombre conocido como señor Parkinson. Este fue un naturalista inglés dedicado al estudio de la flora y la fauna locales que pasó largas temporadas en Fuerteventura y que falleció en La Oliva en 1868.

Pese a su historia, la Casa del Inglés podría convertirse en pocos años en un recuerdo del pasado al que apenas podrá recurrirse a través de fotos antiguas. Y es que buena parte de las piedras que antaño sostenían con vigor los muros y techos del edificio se encuentran hoy esparcidas por el suelo. Por supuesto, ni la lluvia -aun siendo escasa en la isla- ni los temporales de viento y la humedad ayudan a frenar una descomposición que se muestra inexorable y más patente cada día que pasa. A lo largo de los últimos treinta años, según explican desde el Ayuntamiento de La Oliva, este inmueble «ha experimentado un creciente estado de deterioro, hasta el punto de encontrarse prácticamente derruido en la actualidad».

El Cabildo viene trabajando desde hace años en la adquisición del inmueble a sus propietarios, llegando incluso a presupuestar en 2015 la expropiación del mismo con una partida de 400.000 euros. Pero ahí quedó el asunto. Entre tanto, las piedras, que no entiende de trámites, siguen desplomándose y en poco tiempo apenas podrían quedar muros en pie. De ahí que en la jornada del pasado viernes, el pleno del Ayuntamiento de La Oliva aprobara una moción con la que se intenta dar un vuelco a la situación actual del edificio.

En la moción se solicita al Cabildo «que resuelva, a la mayor brevedad posible, el expediente de negociación con la propiedad para la adquisición del inmueble, trámite que se ha demorado excesivamente». También se demanda al Cabildo «que informe puntualmente al Ayuntamiento sobre las gestiones realizadas». Asimismo, se insta al Cabildo a «realizar las obras de estabilización imprescindibles para evitar un mayor deterioro hasta que se resuelva la adquisición, restauración y posterior uso de la Casa del Inglés». En su defecto, añaden, «se debe exigir a los propietarios el cumplimiento de las obligaciones inherentes a la titularidad de un bien catalogado como de interés cultural». Por último, se propone «consensuar entre las administraciones competentes la restauración y usos futuros de la Casa del Inglés y de la parcela de terreno afectada por su entorno de protección».