En pie el legado comercial de El Kilo de los años 70

Olga Ruiz, nacida en Fuerteventura en 1937, antes de los años 70 ya se dedicaba a vender las telas a la gente del pueblo. Las telas las traía desde el famoso El Kilo de Las Palmas de Gran Canaria y las vendía en su casa que, por entonces, se encontraba en lo que hoy llaman la explanada de la capital majorera.

Al poco tiempo tomó la decisión de abrir una tienda, situada en aquella época frente al hotel Tamasite, donde ofrecía toda clase de ropa, tanto para hombres, mujeres, niños o bebés, como una gran variedad de telas para quienes quisieran arreglarse un vestido para un evento, por ejemplo. «Como vivían los militares cerca de nuestra casa, mi madre les vendía las telas a las mujeres de estos militares para las fiestas de La Legión», cuenta Conchi Rodríguez, la hija mayor de Olga Ruiz y Juanito.

El negocio lo llamó El Kilo, igual nombre que el que se encontraba en la isla vecina porque «fue el dueño de El Kilo de Las Palmas quien le dijo que le pusiera el mismo nombre; al fin y al cabo, vendían lo mismo en distintas islas». Así lo llamó y es por ello por lo que hoy día se conoce a Olga y a Juanito, su marido, como «los de El Kilo de toda la vida». Juan Rodríguez regentaba entonces una zapatería y también tenían una juguetería en la calle Sancho Panza, 7.

Unos años más tarde, Olga se trasladó al nº48 de la León y Castillo, calle en la que siempre estuvo vendiendo. «Allí funcionó muy bien, venía la gente del campo, tenían la parada de guaguas al lado y era estupendo, pues era de las pocas tiendas en aquella época, junto a Peñate y Castañeyra», aclara Conchi.

Los hermanos han vivido la profesión de sus padres toda la vida, «mi hermana René creció en lo que fue la primera tienda con el andador cuando era muy pequeñita, se quedaba dormida en una cesta llena de medias y calcetines».

Los tres hermanos, Conchi, Juan Francisco y René Rodríguez, heredaron el legado. Conchi, la más mayor, es quien lleva 30 años al frente de Modas Yakar, nombre que le puso Olga cuando se pasaron a León y Castillo nº 78, en la actualidad.

«Aguantar mientras haya salud»

Aunque no se puede predecir el futuro, «mientras haya salud, aquí vamos a estar», son palabras que definen el coraje de quienes luchan por lo suyo desde siempre. A pesar de adaptarse al mercado actual, renovando con las temporadas y bajando los precios, prefieren «vender más y ganar menos que no vender». Lo que queda de El Kilo, lo sigue siendo, con su mercería, sus trajes elegantes y sus telas de carnaval.

Golpe al comercio minorista

«Desde que abrió el centro comercial, la calle León y Castillo se vino abajo. Ya ni pasa la cabalgata de Reyes por aquí, todo lo hacen enfocado al centro comercial y a la calle Primero de Mayo y se olvidan de esto», cuenta René. En palabras de las dos hermanas, «deberían promocionar mejor esta calle».

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