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Dicen que muchos lloraban en las inmediaciones del Estadio Olímpico de Barcelona donde Coldplay dio esta semana 4 conciertos. Algunas de las más de 300 víctimas estafadas por dos revendedores en internet no solo habían pagado el dinero desproporcionado que suele pedirse por las entradas de segunda mano, sino por el coste del viaje, el hotel y sobre todo la ilusión destrozada al no poder ver a sus ídolos. En este caso, los Mossos localizaron a dos individuos que habían utilizado las plataformas de Instagram y Twitter para contactar con los interesados con el objeto de efectuar dos de las técnicas de fraude más habituales: vender una misma entrada varias veces de modo que solo entra el primero en llegar, y aportar tiques directamente falsificados.
A precios astronómicos, claro; la Policía catalana confirma que los pases habían sido adquiridos a entre 110 y 160 euros, lo que hace un botín que supera los 30.000. Además, hubo otros estafados directamente en las cercanías del recinto por cuatro individuos que se hacían pasar por personal de la organización vendiendo pulseras y pases especiales. En el mundo del fútbol pasa algo similar, el último caso registrado, el de los desaprensivos que sacaron tajada vendiendo entradas falsas para la final de la Copa del Rey en Sevilla o, el año pasado, en la polémica final de Champions en París.
Todos sabemos que la mejor manera de no sufrir este tipo de fraude es comprar en los canales oficiales, las webs de los grupos o de los recintos donde se organizan los eventos. Pero… ¿qué pasa cuando ya no quedan, cuando las ganas de ver a nuestro artista favorito chocan contra la realidad de que los boletos se han agotado en el cauce oficial? ¿Y qué pasa cuando con una mínima búsqueda los encontramos fácilmente en webs de reventa?
Aunque nos creamos muy listos, es fácil caer en manos de estafadores. Parece mentira que una plataforma como Viagogo aparezca en primer lugar en Google cuando introducimos los términos 'comprar entradas' y el nombre del artista, pero así es. Y parece mentira por los miles de quejas y denuncias de usuarios que acumula. Porque esta web tiene un sistema de verificación de autenticidad de las entradas que ha demostrado no ser infalible, además de inflar los precios, algo bastante natural con la reventa, que es a lo que se dedica.
Muchos artistas alertan abiertamente contra esta práctica. Robe Iniesta (Extremoduro) lleva años denunciándolo; en 2019 alertó a sus fans: «No compréis entradas en reventa, no descartamos hacer algún concierto más», en referencia a que ampliaría el número de shows de su gira para que los interesados que se habían quedado sin posibilidad de verles pudieran asistir sin pagar más a los revendedores. El grupo alemán Rammstein ha recurrido a la Justicia para evitar que las entradas de su actual gira europea se vendan en esta plataforma. Rozalén hizo lo mismo a través de sus redes sociales después de comprobar lo que está pasando.
Avisan a través de Twitter desde Coldplay:
Por favor, no compréis entradas en páginas como Viagogo ya que es muy probable que sean falsas, tened muchísimo cuidado con la reventa 🙏
— Coldplay Spain (@coldplayspain) August 25, 2022
También el cómico Juan Dávila:
No compréis entradas de reventa ni en VIAGOGO, están vendiendo las mismas entradas a diferentes personas y muchas son falsas. 😡😡😡
— Juan Dávila (@JuanDavilaActor) May 16, 2023
El monologuista Berto Romero:
POR FAVOR, NO COMPRÉIS EN VIAGOGO QUE OS CLAVAN. OJO CUIDADO https://t.co/70QZR61W2p
— Berto Romero (@Berto_Romero) March 21, 2023
El actor Miguel Rellán y un estafado:
Una vez compré ahí 2 entradas en pdf a última hora para un concierto de Extremoduro y el caso es que eran unas copias de unas entradas de alguien que ya estaba dentro. Encima de ser 3 veces más caras, no pudimos entrar y no hubo manera de conseguir mi dinero de vuelta.
— David 🚬 (@eldavidwhat) August 10, 2018
Imaginemos que queremos ir a cualquiera de los dos conciertos que Bob Dylan ofrece en Madrid en las llamadas Noches del Botánico, el miércoles 7 y jueves 8. Si tecleamos Bob Dylan y entradas y Madrid, lo primero que nos arroja Internet es la plataforma de reventa Viagogo. Sería un error acceder a este sitio en primer lugar. Lo adecuado es buscar el lugar donde se celebra el show, en este caso la página nochesdelbotanico.com, que aparece en Google en segundo lugar.
Allí nos dicen que las entradas están agotadas para ambos días. Otra buena idea sería adquirirlas a través de un distribuidor oficial, por ejemplo, en la web de unos grandes almacenes que aparece en tercera posición y donde también se nos dice que ya no quedan, además de aportar el precio de la entrada, desde 93,50 euros. Hay que señalar que los revendedores profesionales se dedican a comprar grandes cantidades de entradas antes incluso de que se pongan a la venta -agotando las existencias-, para luego colocarlas al doble o triple de su precio.
Así las cosas, deberíamos darnos por vencidos, pues ya no quedan tiques en los canales oficiales. Pero si nos pueden las ganas, deberemos entrar en el pantanoso mundo de la reventa. La primera opción que aparece en Google es Viagogo, que cuenta con esa posición privilegiada en el buscador que explica que mucha gente siga picando pensando en algunos casos que es un portal oficial.
En Gran Bretaña, la Autoridad de la Competencia y los Mercados investigó a Viagogo en 2020 cuando quiso comprar a su competidora Stubhub, solo para descubrir que ambas se nutren de revendedores profesionales que buscan hacerse de oro con la ilusión de los fans, en el caso de Viagogo más del 70%. Esta empresa aseguró que en ese porcentaje estaban también incluidos organizadores de eventos, afirmación preocupante sobre la que se negó a aportar más datos. De la investigación se concluye que estas plataformas son paraísos para tiburones de la reventa más que para melómanos que quieren colocar la entrada porque no pueden asistir al concierto.
Pero volvamos a nuestra compra. En Viagogo, lo primero que destacan, en rojo, es que hay 86 personas buscando tickets para ver a Dylan, quién sabe si respondiendo a la realidad o simplemente como información falsa para elevar la presión. Mensajes de este tipo acompañan al comprador todo el tiempo, acorralándolo: «Hay mucha demanda», «Solo quedan 2 entradas», «Quedan menos del 1% de los tiques para este evento», «Un cliente acaba de comprar 2»… Bien, para el día 7 dicen tener varios pases en diferentes zonas del recinto, incluso si deseas adquirir 4 a la vez. Son todos mucho más caros que en los canales oficiales, parece claro que se trata de revendedores, ningún fan que los venda al precio oficial. Las más baratas rondan los 236 euros cada una y las más caras superan los 600, aunque es difícil saberlo, pues los precios parecen cambiar si se refresca la página.
Vamos a intentar pillar la más barata, en el palco 4 fila F. Los 236 euros son 200 por la entrada más 36 euros de IVA y gastos de servicio, y luego se suman 5 euros por la entrada electrónica. Avisan de que con el cambio de divisa, funcionan con dólares, puede haber alguna variación. A partir de ahí, el misterio. 236 euros frente a los 94 que costaba.
Si siguiéramos adelante ya tendríamos que ejecutar la compra. Evidentemente, no lo haremos, pues esta plataforma registra cientos de quejas en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), e incluso existe una página de afectados en Facebook, con clientes de España y Sudamérica compartiendo los problemas que han vivido al adquirir sus entradas con esta web, principalmente el no haber recibido la entrada tras haber pagado y también al comprobar que la cantidad es mayor de lo esperado con la suma de más gastos de gestión y aprovechando la confusión que genera la traducción a dólares. En alguna ocasión al parecer las entradas resultan ser falsas, al no haber funcionado en principio el sistema de verificación de la plataforma.
La OCU desaconseja absolutamente comprar en la reventa, ya sea a través de plataformas o en las redes sociales. Ha gestionado desde junio del año pasado las reclamaciones de 180 socios a través de su gabinete jurídico por quejas con Viagogo, y el 40% llegaron a una solución satisfactoria. «La mayoría se refieren al precio desproporcionado, problemas en la recepción de las entradas, la no devolución del dinero si el concierto se ha cancelado...». Por otro lado, en el apartado Reclamar de su web (abierta a cualquiera, no hace falta ser socio) hay 569 quejas sobre esta misma plataforma. Allí los usuarios envían su escrito a la empresa con el sello de la OCU, que hace de intermediario, para ejercer más presión. En algunos casos han recuperado el dinero, en otros muchos no. «Llevamos mucho tiempo advirtiendo sobre la reventa -alertan en la OCU-. Tienes muchas papeletas de que te estafen con entradas falsas. Además, haría falta una buena regulación en este sector para evitar que los revendedores compren grandes cantidades de boletos. En cualquier caso, no deberíamos acudir a la reventa».
Si todo el mundo está avisado… ¿cómo es posible que la gente siga confiando en esta plataforma? Sucede que a veces tienen a la venta entradas que revendedores profesionales han comprado por otros canales antes de que salgan a la venta en las webs oficiales Y su posicionamiento en primer lugar genera confianza y confusión a la vez.
Venden entradas falsas por internet, las mandan cuando el usuario ya ha pagado y este nunca recupera el dinero al haber ocultado su rastro el vendedor
Venden la misma entrada real a varias personas (copias) y solo entra la primera que llega
Venden en los alrededores del recinto entradas falsificadas
Clonan directamente la plataforma de venta de modo que parece que estás comprando en la real, sucedió con Teleticket y 'la banda del QR'
Cobran la entrada, no mandan nada y bloquean al comprador
Comprar en los puntos de venta oficiales.
Si ya no quedan, es mejor esperar al próximo concierto
Si aun así, decides seguir adelante y recurres a una plataforma como Viagogo, examina bien los gastos de gestión y lee los términos y condiciones para conocer tus derechos y saber cómo puedes reclamar si eres objeto de una estafa. Si finalmente es así puedes recurrir a la OCU y a la Policía Nacional.
Un candado antes de la dirección web de una plataforma nos dice que el pago es seguro.
Las plataformas pueden admitir pagos Paypal, lo cual da cierta garantía, pero nunca debemos marcar la opción 'envío a amigos y familiares' a petición del vendedor. Para poder reclamar el dinero si fuera necesario hay que marcar 'envío a negocios'.
La táctica de TicketSwap. Estamos hablando de una app que sí utilizan los fans que no pueden asistir finalmente a un evento para vender sus entradas. La podemos emplear para comprobar la autenticidad de nuestra entrada una vez que la hemos recibido: empezamos a crear un anuncio como si fuéramos a vender nuestro boleto y así analizará si es original y si nuestro vendedor la ha puesto de nuevo a la venta allí. Una vez comprobado, cancelamos.
Si estamos hablando con el vendedor de tú a tú, generalmente por redes sociales, podemos pedir un vídeo donde nos enseñe los tiques, pero deberá hacerlo entrando en la web donde él la ha comprado (en el sitio oficial, Ticketmaster...) y que nos muestre el proceso de adquisición o el resguardo con su nombre.
Aunque nos enseñe el DNI podría ser falso, o no ser suyo, sería mejor comprobar su identidad buscando su huella en internet y en redes sociales.
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