Cómo tratar el infarto en media hora cualquier día del año

Ágil, eficiente y especializada. Así es la Unidad de Cardiología de Vithas Las Palmas, única en la sanidad privada regional que permite tratar un infarto urgente en 30 minutos desde su diagnóstico en cualquier momento durante todo el año. Además, a las 24 horas del alta hospitalaria, todos los pacientes a los que se les ha realizado algún tipo de intervencionismo reciben una llamada para conocer su estado de salud y resolver las dudas que se han generado tras el alta.

Además, en la llamada se determina el estado del paciente y si se detecta cualquier posibilidad de complicación, se le ve presencialmente sobre la marcha. Es una iniciativa única en la sanidad canaria, tanto en su vertiente pública como privada, y que está arrojando excelentes resultados.

Y es que esta unidad se encuentra en constante crecimiento con la incorporación de profesionales especializados en cada área cardiológica para el mejor tratamiento posible con el menor número de consultas. De hecho, a la hemodinámica para dolor torácico, angina, infarto y/o realización de cateterismos; electrofisiología para arritmias, síncopes, estudios, ablaciones de arritmias o implante de dispositivos tipo marcapasos, desfibrilador o resincronizador; se añaden ahora insuficiencia cardíaca y dolor torácico.

Medidas de prevención

Los canarios debutan con cardiopatías cada vez más jóvenes. «Para combatirlas no hay nada más importante que la prevención», explica el doctor Egon Gross, jefe de la Unidad de Cardiología del Hospital Vithas Las Palmas.

Por eso es fundamental recordar algunas pautas para rebajar hasta en un 80% el riesgo cardiovascular. «Se trata de controlar los factores de riesgo modificables, como el tabaco y el alcohol, el sedentarismo, el estrés y los niveles de colesterol, la tensión arterial y la diabetes si se padece», detalla el doctor Gross. Es necesaria una alimentación sana y equilibrada, baja en alimentos grasos y rica en verduras, frutas, legumbres y pescado.

La hipertensión también puede evitarse o minimizarse mediante hábitos de vida saludables, así como la obesidad, la dislipemia o incluso la diabetes tipo 2. «Es cierto que existen otros factores de riesgo no modificables, como la edad o la genética, pero el riesgo comiendo bien, practicando ejercicio, controlando colesterol, tensión, estrés y diabetes y evitando alcohol y tabaco baja considerablemente», explica el doctor Gross.

«Esto es como un sorteo: a mayor número de papeletas, más posibilidades de que toque. No tiene sentido agobiarnos con las que no podemos cambiar, como la genética o la edad, pero sí centrarnos en controlar los factores de riesgo modificables citados, más allá de los necesarios chequeos a partir de los 50 años», sentencia el especialista.

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