«El barco seguirá en las islas hasta encontrar a Anna»

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, aseguró hoy que el buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño', que se sumó a la investigación del caso de Olivia y Anna, las niñas raptadas por su padre en Tenerife, se quedará en las islas al menos hasta el lunes para seguir buscando los restos de la Anna y de su asesino, Tomás Gimeno, tras el hallazgo, ayer, del cuerpo de una de las hermanas. Pestana añadió que, si fuera necesario, pedirá al Ministerio de Ciencia e Investigación que mantenga el barco en Canarias más tiempo. De hecho, dijo, el buque tenía previsto salir el pasado lunes, pero pidieron al Ministerio que se quedara otra semana más. «He hablado con el secretario general del Ministerio de Ciencia y Investigación para agradecer el gesto de que cuando le pedí que se mantuviera el barco en las islas lo hizo. Iba a salir el pasado lunes y va a estar hasta el lunes próximo y, a lo mejor, necesitamos unos días más».

«Tenemos un equipo muy comprometido, tenemos los medios también, ese barco oceanográfico ha hecho trabajo extraordinario y ojalá se logre encontrar los restos de la otra niña y esa familia pueda descansar. Lo único que humanamente podemos hacer es acompañarlos porque están sufriendo un drama tremendo», dijo Pestana en declaraciones a los periodistas tras guardar un minuto de silencio como muestra de apoyo y solidaridad con la familia de las pequeñas ante la sede de la delegación del Gobierno en Canarias.

Pestana también agradeció a la sociedad canaria el «gesto de acompañar a la familia de Beatriz (la madre de las niñas) de Anna y Olivia» porque «demuestra los valores de nuestra sociedad».

El delegado no quiso avanzar nada sobre la investigación, y pidió a los medios de comunicación «que no haya especulaciones» porque «aunque lo hagamos con la mejor intensión, hay que aseguremos las cosas antes de ofrecerlas porque a lo mejor generamos más dolor del debido».

Pestana reconoció que hasta ayer tenían «la esperanza» de poder encontrar a las niñas con vida, aunque no se descartaba ninguna hipótesis. «Teníamos la esperanza de que estuvieran en tierra, escondidos. No pensábamos en este desenlace tan trágico porque nos agarramos a la esperanza, por eso, añadió, imagina «el inmenso dolor de la madre, los abuelos de las niñas y su tío».