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Imagen de archivo del presidente de NC, Román Rodríguez, en un congreso del partido. NC
NC, el partido en torno al líder

NC, el partido en torno al líder

La ruptura de CC en Gran Canaria supuso el nacimiento de Nueva Canarias en 2005, una formación que en este momento vive su propio proceso de escisión

B. Hernández

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 19 de enero 2025

En 2003, Coalición Canaria (CC) incumplió el cartel con el que concurrió a las elecciones y que llevaba a Adán Martín como candidato a la Presidencia y Román Rodríguez a la Vicepresidencia. La decisión descartaba al dirigente grancanario como 'número dos' del nuevo Ejecutivo. De esta manera, prácticamente quedaba puesta la semilla de Nueva Canarias (NC), la escisión de CC en Gran Canaria que aglutinaba al sector más progresista -conformado por Ican- y dejaba a los nacionalistas sin su pata en esta isla.

El nuevo partido se constituyó oficialmente en 2005. Casi 20 años después, la organización se enfrenta a la crisis más difícil, que puede acabar con su división y el abandono de una de sus fuentes de votos, los partidos independientes de ámbito municipal. Y si Román Rodríguez fue quien personificó la separación con Coalición, vuelve a ser la persona que está en el eje del debate y en la que se han centrado los argumentos para una nueva ruptura nacionalista en Gran Canaria.

Fue en 1999 cuando el hábil Lorenzo Olarte propuso en CC el nombre de un joven candidato a la Presidencia, una jugada que permitía que el cargo lo ostentara un nacionalista grancanario frente a Tenerife. Así, un casi desconocido Román Rodríguez, entonces director del Servicio Canario de Salud (SCS), pasó a convertirse en presidente de Canarias con Adán Martín en la Vicepresidencia y, nuevamente, con el compromiso de la alternancia.

Ruptura

Cuatro años después, este acuerdo saltó por los aires. Tenerife no admitió el cambio de roles y colocar a Rodríguez como número dos de Martín y consejero de Hacienda. En cambio, lo situó como cabeza de lista al Congreso en las generales. Poco después, y ante la deriva hacia posiciones más conservadoras de CC, el diputado pasaba al Grupo Mixto en Madrid, lo que supuso la ruptura formal de la formación «y cada uno retomó su camino».

El propio Rodríguez apunta que, además de este factor, otro de los elementos que jugó a favor de la separación fue el modelo de desarrollo y la desclasificación de 390.000 camas -«por las que no se ha pagado ni un euro»-, entre ellas las 20.000 del Plan Parcial de Veneguera.

Años después, con el Gobierno del Pacto de las Flores liderado por Ángel Víctor Torres, el dirigente de Nueva Canarias desempeñó los cargos de vicepresidente y titular de Hacienda, los que le habían sido negados por Coalición. No repitieron mayoría en 2023 «por el contagio de la ola conservadora», dice Rodríguez, quien puntualiza que su formación perdió «cero diputados», al tiempo que el PSOE se dejó dos y Podemos quedó fuera del Parlamento.

Impronta del nacionalismo progresista

En esta trayectoria de dos décadas ha quedado la impronta del «nacionalismo progresista», desde la defensa de un modelo de desarrollo sostenible y la apuesta por el crecimiento sostenido del turismo a la fiscalidad progresiva o a la tarea -heredada desde Ican, la formación matriz de NC- del impulso y fortalecimiento de la educación y la sanidad públicas.

En 2007, el anterior sistema electoral dejó a Nueva Canarias fuera del Parlamento -«a 2.000 votos del 6%» necesario para acceder a la Cámara-. Sí llegaron al Gobierno de Gran Canaria, gracias a un pacto con el PSOE de José Miguel Pérez que permitió sacar adelante una moción de censura a José Manuel Soria e «iniciar el fin del ciclo del Partido Popular en la isla». En este tiempo, recuerda el dirigente, se impulsó el tren y se adjudicó el proyecto de Chira-Soria a Endesa, además de poner los cimientos a la Fundación Negrín.

El nuevo alcalde de La Aldea, junto a Román

500 personas optaron hace 20 años por una nueva organización

«El 26 de febrero de 2005, una asamblea de 500 personas de Gran Canaria decide constituir una nueva fuerza política nacionalista progresista, que se llamaría Nueva Canarias», recoge la web del partido. Pocos meses después se celebró su congreso constituyente donde se aprobaron sus propuestas para abordar los problemas del archipiélago y se fijaron sus líneas estratégicas. El próximo mes de julio tendrá lugar su VI congreso.

Accedieron a tres escaños en 2011 y, según su propio relato, se convirtieron en «la voz de los sin voz» e intentaron, prácticamente como elemento identitario de su tarea parlamentaria, confrontar la política de austeridad y recortes, apoyar los servicios públicos y los derechos sociales o «pelear» contra los desahucios.

Alianzas locales

En este tiempo, los nacionalistas progresistas han ido ensanchando su base coaligándose con agrupaciones locales de su mismo espacio ideológico, una fórmula que hasta ahora le ha dado excelentes réditos. Roque Aguayro en Agüimes y Asba en Valsequillo han contribuido a mantener su feudo en el sureste de la isla, mientras que el BNR de Teodoro Sosa, prácticamente le ha dado los votos necesarios para mantener a Antonio Morales al frente del Cabildo de Gran Canaria.

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Hasta que esta unión saltó por los aires y previsiblemente acabará con la escisión del sector crítico. La dirección mantiene «la mano tendida hasta el último minuto», pero también es tajante a la hora de asegurar que ha cedido en todas las pretensiones de los críticos excepto en la petición de que Rodríguez se haga a un lado porque es una decisión, dice, que corresponde al congreso. El propio presidente recuerda además que algunos de esos líderes, «llevan tanto tiempo como yo o más» al frente de sus organizaciones. En cualquier caso, si alguna de estas entidades decidiera permanecer en NC «seguiríamos trabajando como siempre a los cinco minutos», dice Rodríguez, a la vez que hace recuento de las veces que el líder de CC, Fernando Clavijo, ha visitado Gáldar en el último año y medio «frente a ninguna en la anterior etapa de su Gobierno».

Ahora, con un riesgo cierto de ruptura, Román Rodríguez no desvela si se presentará a la reelección. Rechaza haber ejercido un liderazgo presidencialista porque, dice, «ni una decisión» ha sido tomada sin el respaldo de los órganos directivos. Y avisa: «con o sin Román, NC va a seguir aquí, en el mismo sitio, porque el espacio de nacionalismo progresista está».

La renovación de la cúpula, principal punto de fricción

En su primer congreso, en junio de 2005, Nueva Canarias eligió como presidente a Román Rodríguez y Carmelo Ramírez se convirtió en secretario de Organización. Desde entonces, la cúpula del partido ha permanecido inamovible en estas dos últimas décadas y han sido reelegidos sin alternativa en los cuatro cónclaves siguientes. La renovación se ha convertido en el principal punto de fricción entre la dirección y el sector crítico, encabezado por los alcaldes y asambleas locales de las hasta ahora organizaciones aliadas. Estas últimas se han puesto de plazo este mes de enero para la «desconexión».

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