Canarias informa al Supremo del incumplimiento con los menores asilados: «Es desacato»
Clavijo cree que el Gobierno de España está en «desobediencia clara» mientras la Secretaria de Migraciones anuncia que en octubre ya se habrán derivado a 500 chicos
¿Cómo van las derivaciones de los menores migrantes asilados a la Península para cumplir el auto del Supremo? Pues depende. Si la respuesta la da el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, el Estado está en «desacato». Si la da la secretaria de Estado de Migraciones, Pilar Cancela, los objetivos se van cumpliendo.
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Según Clavijo, el Gobierno de España mantiene una «desobediencia clara» a lo dictado por el Alto Tribunal y así se lo harán saber en el informe que deben presentarle. De los más de 1.000 menores en esa situación solo han salido de las islas 127 chicos, lo cual, cuando han pasado seis meses, es claramente insuficiente. Es lo que dijo este martes Clavijo en la sesión de control del Pleno del Parlamento canario en respuesta a una pregunta de la diputada del PP, Luz Reverón.
En el otro lado, el Estado. Tras la celebración de una nueva reunión interadministrativa, Cancela celebró la «magnífica colaboración» entre ambas administraciones y señaló que «lo bueno» es que, después de hacer balance, se ha hecho una «planificación a medio plazo» y el planteamiento, dijo, «es terminar el mes de octubre con 500 derivaciones ya realizadas. Este número puede verse incrementado, pero iremos viendo en función de las circunstancias. La colaboración está funcionando y estamos cumpliendo con los objetivos del Supremo y con el compromiso del Estado a responder a la situación de hacinamiento de los niños y niñas en los centros de menores de Canarias».
Clavijo dijo no entender cómo con la crisis de Ucrania España fue capaz de acoger a 250.000 personas, de los cuales 7.000 eran niños y niñas menores no acompañados, y no hubo ningún tipo de problema. «Ninguna comunidad acudió al Tribunal Supremo para que el Gobierno de España cumpliese», afirmó, en referencia a que el archipiélago sí pidió amparo al Supremo para que el Estado se hiciera cargo de los menores con protección internacional. Con los menores ucranianos «no hubo tanto follón, no hubo tanta excusa. Por lo tanto, creemos firmemente desde el Gobierno de Canarias, que detrás hay racismo».
«Corredor de la muerte»
Pero más allá de los números, la migración centró buena parte del debate parlamentario matutino.
El vicepresidente del Gobierno, Manuel Domínguez (PP), en respuesta al diputado también del grupo Popular Juan Manuel García Casañas, quien culpó a Pedro Sánchez de la llegada de inmigrantes a Canarias, se preguntó cuáles eran los intereses detrás de que las fronteras isleñas no se blinden con el Frontex. «¿Cómo podemos tener una frontera abandonada, una frontera abierta de par en par?» Además, dijo que no solo llegan «pateras y cayucos», sino «embarcaciones con tripulantes indocumentados». En realidad, Domínguez se refería a un viejo barco utilizado con cuatro personas para huir de Marruecos. «El Estado no nos ha aportado recursos, pero nos hemos enterado de que sí han aportado desde la Unión Europea al Estado», añadió, para reiterar que le gustaría conocer «los intereses que existen para que las fronteras en Canarias no se cierren» y que permanezca abierto «el corredor de la muerte», en alusión a la ruta atlántica.
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Niños que piden pizza
En el Pleno, además del racismo aludido por Clavijo, también hubo xenofobia en directo. La diputada del grupo de ultraderecha Vox, Paula Jover, inquirió a la consejera de Bienestar Social, Candelaria Delgado, porque, a juicio de su grupo, se trata mejor en Canarias a los menores extranjeros que a los propios. Jover afeó a Delgado que incluso los menores no acompañados, en compañía de los trabajadores y trabajadoras sociales, hacen cosas de menores, como ir «al parque o al circo» e incluso «organizan veladas en las que encargan pizzas a domicilio». Jover, que insistió en vincular falsamente inmigración y delincuencia, encontró en Delgado una barrera.
«Yo creo que esta pregunta es una muestra más del uso irresponsable y tóxico que Vox hace de un tema tan serio como la infancia migrante. Este Gobierno es un Gobierno decente y nos repugna profundamente que se intente hacer política con el sufrimiento de miles de niños y niñas que llegan a Canarias en patera, solos, huyendo de la guerra, del hambre y de la violencia», afirmó. «No hay nada más miserable que convertir a esos niños y niñas en munición electoral, alimentando el miedo y el enfrentamiento social», le respondió la consejera.
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