Otros virus
Del director ·
La gestión de la pandemia en España merecía una reflexión sosegada pero en profundidadA la vista de lo que está sucediendo en China, los expertos sanitarios insisten en que hay que estar preparados para la aparición de nuevas enfermedades que pueden derivar en pandemias. No hablamos de variantes nuevas del covid-19, sino de otros virus a día de hoy desconocidos y que pondrían de nuevo a prueba la capacidad de resistencia de los sistemas sanitarios.
La pregunta es obligada: ¿estamos preparados para ello? Y la respuesta creo que es también obligada: pues no. Y no porque el desafío sea mayúsculo, que lo es, sino porque da la sensación de que hay un empeño político y social por no aprender de lo ocurrido desde la aparición de la covid-19. Al menos en España no la vemos; en Europa, tampoco; tres cuartos de lo mismo en Estados Unidos y ya vemos cómo le va a China... Y en esto hay que mirar también a la Organización Mundial de la Salud, que ya demostró a finales de 2019 y comienzos de 2020 que tenía un funcionamiento manifiestamente mejorable, y que a día de hoy tampoco consigue coordinar las políticas preventivas.
La gestión de la pandemia en España merecía una reflexión sosegada pero en profundidad. Fallaron muchas cosas porque nadie previó la gravedad de la enfermedad, pero por eso mismo hay que analizar lo ocurrido para aprender de aquellos errores. No se trata de sacar los colores a nadie, sobre todo si se actuó de buena fe, sino que urge tener protocolos actualizados y medios suficientes. La evidencia de que no se está tomando en serio lo que pasó la vemos en dos detalles: 1) la falta de coordinación de los gobiernos a la hora de decidir cómo se sigue actuando hoy en cuestiones tan de alcance ciudadano como ponerse o no la mascarilla en los medios de transporte; y 2) la desarticulación de los sistemas sanitarios con la excusa de meter cintura al gasto público. ¿Será que queremos volver a encontrarnos con hospitales con medios insuficientes y con falta de personal en todos los escalones de la estructura sanitaria? Eso, evidentemente, tiene un coste pero ahorrar en salud es invertir en más enfermedades.
En el caso de España, tampoco se entró a fondo en revisar lo que pasó en las residencias sociosanitarias. Eso obligaría a sentar en una misma mesa a personal médico, trabajadores del sector y los responsables de las políticas autonómicas... pero nada de eso se ha hecho y tampoco hay voluntad de hacerlo ahora que se acercan elecciones.
Concluyendo: ya pueden los virus nuevos frotarse las manos.